Tres startup chilenas pilotearán sus tecnologías en importantes mineras peruanas

• Las propuestas presentadas por las empresas chilenas YoY, Lecasti e I-acción fueron seleccionadas entre más de 245 soluciones innovadoras para ser piloteadas en las faenas de las mineras Buenaventura, Gold Fields y Nexa de Perú.
• En seis meses deberían conseguirse resultados que permitan evaluar la continuidad de estas empresas en las etapas posteriores, que podrían ser nuevas etapas de desarrollo o escalamientos, lo que se traduciría en una relación de proveedor de servicio o de tecnología.

Todo se gestó en el marco de la primera convocatoria de innovación abierta que desarrolló el Hub de Innovación Minera del Perú, con la colaboración de la Corporación Alta Ley, que se llevó a cabo a fines del año pasado.

En este concurso, que consideraba la invitación a innovadores de todo el mundo, se plantearon 12 desafíos vinculados a las problemáticas que tenían las tres empresas mineras peruanas socias del Hub de Innovación: Buenaventura, Gold Fields y Nexa. Fue así como de un total de 245 propuestas que se recibieron, finalmente las empresas vecinas decidieron llevar adelante nueve pilotos, de los cuales tres fueron propuestos por startup chilenas: Yoy, Lecasti e I-acción. Hoy estas tres empresas nacionales se encuentran en la etapa de establecer los acuerdos finales para la implementación de los pilotos y acceder al financiamiento propio que las empresas mineras disponibilizan para la implementación de iniciativas.

“Es importante considerar que este portafolio de nueve iniciativas, donde hay tres chilenas, se transforma en una fuente rica de conocimiento. Es decir, que en caso de que un piloto funcione, sus opciones de ser aplicado en otras empresas socias del HUB se maximizan, si el requerimiento es sensible y tiene características similares a las otras empresas. Y como son retos comunes esa posibilidad es bastante alta”, sostiene Walter Rosenthal, fundador de Quintil Valley, agencia de innovación chilena, a cargo del diseño y operación del Hub de Innovación Minera del Perú, quien en esta entrevista nos cuenta más detalles de este proceso, sus participantes y el trabajo conjunto entre la industria chilena y la peruana.

¿Qué implica este proceso de pilotaje para las empresas chilenas?

Este proceso de pilotaje considera el financiamiento por parte de las empresas mineras, de acuerdo a un presupuesto que se está acordando con cada una de las empresas solucionadoras. De aquí a seis meses, al menos, deberían conseguirse resultados significativos que permitan evaluar la continuidad de etapas posteriores, que podrían ser nuevas etapas de desarrollo o bien etapas de escalamientos en una etapa de operación en régimen, lo que se traduciría en una relación de proveedor de servicio o de tecnología y ya no un proveedor de conocimiento o de un proyecto de innovación acotado. Es de esperar que todos estos proyectos sean capaces de demostrar el valor que añaden a los distintos requerimientos y así podamos establecer una relación de proveedor a largo plazo entre ambas partes.

¿Crees que es importante que exista un trabajo colaborativo entre ambos países en este ámbito?

Si, por supuesto, existe mucha transferencia de conocimiento, de experiencia y de relaciones que se puede dar. Los requerimientos de la industria de ambos países están muy alineados, pese a que muchas faenas son de distinta naturaleza y con características diversas, pero en general están todos detrás de relaciones adecuadas con las comunidades, vínculos en materias medioambientales adecuados, operaciones, manejo de energía, seguridad para sus trabajadores. Por lo tanto, todo lo que se avance en Perú va a ser también interesante que esté disponible para el sector en Chile y viceversa.

Eliminar las fronteras y hablar como un gran sector regional, es un tema que la naturaleza de la industria lo plantea y por sobre todo los tiempos en los que hoy en día estamos operando, la comunicación y también la internacionalización de las ofertas facilita el entendimiento y el trabajo colaborativo. El desarrollo de la industria global en parte pasa por la colaboración que pueda darse entre distintos países, y entre Perú y Chile existe una cercanía, un vínculo entre las industrias muy intenso que debería aprovecharse mucho más de lo que se ha aprovechado hasta ahora.

¿Cómo ven el ecosistema minero de la región? ¿Qué tipo de colaboración ven que se pueda generar entre los distintos países respecto a la industria minera? ¿Cuáles son los principales desafíos de la región en términos de minería del cobre?

El ecosistema minero de la región es cada vez más sofisticado, tenemos proveedores de menos tamaño que son capaces de generar soluciones muy innovadoras, que añaden valor y que tienen la voluntad de trabajar con grandes empresas como son las mineras. Y las mineras cada vez más están creando sus plataformas para vincularse con el ecosistema. Por lo tanto, estamos en una etapa de despliegue de la colaboración, incipiente, pero con las oportunidades de que vaya creciendo. Por lo tanto, todos los que trabajamos en esa línea tenemos una oportunidad de hacer nuestros aportes para que esa colaboración y vinculación sea efectiva y añada valor.

Por otro lado, también el desarrollo del ecosistema se viene dando con más intensidad en el ámbito de la inversión, cada vez hay más estructura especializada en la inversión de riesgo de etapas tempranas y algunas de ellas se han especializado en el sector minero y eso también es muy potente. Los emprendedores requieren financiamiento para poder crear, demostrar, validar sus tecnologías para eso se requiere una industria que cada vez se especialice más y además disponga de recursos. Dentro de las oportunidades que hay de trabajo colaborativo está el espacio de poder transferir el conocimiento y las soluciones que permitan ahorrar en todas las áreas del proceso, principalmente en los temas energéticos, en aquellos que tengan que ver con la producción, que permitan atender las constantes bajas de ley de las explotaciones a lo largo del continente y que hacen más estrecho los márgenes de operación y por lo tanto, una constante búsqueda de soluciones.

Además, hay un gran desafío por la digitalización en la industria, donde también ha requerimientos que son similares entre Chile y Perú. Cada vez son más las faenas que tratan de manejar sus operaciones de manera remota y ahí también hay todo un conocimiento que se debe compartir y que va a permitir hacer implementaciones mucho más aceleradas a partir de las experiencias que se han generado en algunas operaciones que llevan la ventaja.

Por otro lado, en el ámbito de la seguridad, los desafíos son constantes, permanentes y cada vez se va a hacer más exigente esa dimensión, a propósito de los distintos requerimientos que la industria plantea. Por último, todo el tema que tiene que ver con el medioambiente y las relaciones con las comunidades es clave. La industria se hace cargo de la relación con su comunidad, sumando cada vez más programas y soluciones innovadoras, basada en diversos conocimientos y el intercambio de experiencias.

(Fuente:Newsletter Alta Ley)