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Salud preventiva en el trabajo: una nueva forma de entender la prevención de riesgos

  • Por Gonzalo Blanco, Director Médico Técnico Workmed. //

Gonzalo Blanco, Director Médico Técnico Workmed.

Históricamente, la prevención de riesgos laborales se ha centrado y se ha entendido como el hecho de evitar accidentes en el trabajo, reducir la exposición a sustancias peligrosas y garantizar la seguridad en los ambientes y espacios de trabajo. Sin embargo, la realidad es que el bienestar de los trabajadores va mucho más allá de evitar caídas, contusiones o manejar correctamente los equipos de protección personal. La salud en el trabajo también es clave, y debe ser abordada desde una perspectiva integral, que contemple no solo la seguridad y bienestar inmediato, sino que también el cuidado a largo plazo de la salud de los trabajadores.

Los riesgos laborales no sólo derivan de condiciones físicas, sino también de factores psicosociales y lesiones o enfermedades ocupacionales que pueden afectar la calidad de vida y la productividad de la fuerza laboral. De hecho, el costo de no considerar ni prevenir estos riesgos es altísimo, no solo para los trabajadores, sino también, para las empresas y la economía en general. Según la OMS, las condiciones de trabajo peligrosas pueden representar hasta el 2% del gasto total en salud de un país.

Ante esta realidad, hoy cada vez más, empresas ligadas al área de la salud desarrollan y ofrecen soluciones innovadoras basadas en inteligencia artificial y análisis de datos para poder anticiparnos a las consecuencias por exposición a los riesgos de salud en el trabajo.

La medicina preventiva y predictiva nos permite identificar patrones de salud en los trabajadores, anticipar posibles enfermedades y diseñar estrategias de intervención temprana. A través de sistemas de análisis de datos, podemos proyectar cómo evolucionará la salud de un trabajador en función de su historial médico, su patrón de comportamiento, sus antecedentes previos, su historia ocupacional, su exposición a riesgos y otros factores. Esto nos permite actuar antes de que aparezcan los síntomas, reduciendo el ausentismo, mejorando la calidad de vida de los trabajadores y optimizando la productividad de las empresas.

Es crucial entonces, cambiar la forma en que entendemos la prevención de riesgos laborales. No podemos seguir viendo la salud sólo desde una perspectiva curativa, enfocada en tratar enfermedades y dolencias cuando ya han aparecido. La salud debe ser vista como un factor fundamental de prevención, al igual que la seguridad en el trabajo, donde también debe haber un cambio cultural a nivel organizacional. La salud ocupacional debe entenderse como una inversión y no como un gasto. Implementar programas de monitoreo preventivo, realizar evaluaciones médicas periódicas y fomentar el bienestar laboral a través de estrategias de salud integral apoyadas en la innovación, son acciones que benefician tanto a los trabajadores como a las organizaciones.

Es momento de dejar atrás la visión reactiva de la prevención de riesgos y avanzar hacia una gestión que contemple la salud como un pilar fundamental del desarrollo empresarial.

El futuro del trabajo no solo debe ser seguro, sino también saludable, porque un trabajador sano es un trabajador productivo, motivado y con mejor calidad de vida. Y eso, sin duda, es una inversión que vale la pena.

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