- Por Juan Ignacio Guzmán – CEO GEM Consulting.
La Estrategia Nacional del Litio en Chile ha puesto en marcha una iniciativa ambiciosa: aprovechar la creciente demanda mundial de litio para impulsar el crecimiento económico del país. Se propone una colaboración público-privada para capitalizar esta «oportunidad histórica» mediante una mayor producción de litio. Sin embargo, mientras discutimos esta visión, el resto del mundo avanza con rapidez, tomando ventaja de esta oportunidad.
El reciente auge del precio condujo a una mayor exploración geológica en todo el mundo. Es así, como en los últimos tres años se han descubierto significativos depósitos en África, Estados Unidos y Medio Oriente. Por su parte, Chile enfrenta desafíos cruciales que podrían afectar su capacidad para competir en el mercado y por lo tanto reducir su atractivo para los inversores privados.
Respecto a nuestros competidores, estamos en desventaja en tres aspectos fundamentales para desarrollar la minería del litio fuera del Salar de Atacama y Maricunga: una buena geología, estabilidad institucional y competitividad.
Las empresas que participen de la licitación que actualmente está preparando el gobierno para explorar litio, necesitan ver una oportunidad de negocio clara para involucrarse. Sin embargo, la geología de los salares a licitar es marginal y no compite, por ejemplo, con los nuevos depósitos de África. Por otra parte, la incertidumbre institucional en el país nos vuelve mucho menos atractivos que Australia o Estados Unidos.
La situación se vuelve aún más desafiante por la expectativa del gobierno de participar sobre las utilidades de los yacimientos, lo que resulta en la práctica en que Chile tenga una de las tasas de impuestos efectiva más alta del mundo en la industria del litio, solo superada por México y Bolivia, donde este commodity está nacionalizado. Estas circunstancias desalentarían a cualquier empresa interesada con la capacidad de invertir en cualquier país del mundo.
Es crucial que Chile tome medidas para mejorar el atractivo de sus activos de litio, para mantener su posición en el mercado global y de esta manera aproveche la histórica oportunidad económica. Dado que la geología de los depósitos a licitar no cambiará, debemos enfocar los esfuerzos en fortalecer la confianza de los inversionistas en las instituciones chilenas y establecer un marco impositivo competitivo. Si no avanzamos en esta dirección, la Estrategia Nacional del Litio no podrá impulsar el desarrollo de la industria y la ventana de oportunidad se cerrará.