El mundo avanza de prisa y la presencia de tres misiones espaciales al planeta Marte en el mes de febrero de 2021, así lo confirman.
Hope, la misión enviada por Emiratos Árabes Unidos ya está en la órbita del planeta rojo recabando información atmosférica, que empezará a llegar a la Tierra en el mes de septiembre. Tianwen-1 de China, también ya en la órbita marciana, deberá posarse en la superficie en mayo. Un robot, impulsado por paneles solares desplegables, estudiará la geología en la superficie del planeta y justo debajo de ella.
Por último, Perseverance, de la NASA, arribará el 18 de febrero. Estados Unidos buscará evidencia de vida microbiana antigua en Marte y recolectará muestras de rocas que podrían proporcionar pistas invaluables sobre si alguna vez hubo vida en el planeta rojo. La misión del Perseverance durará dos años.
“Cuando los científicos miran nuestro lugar de aterrizaje, el cráter Jezero, ven la promesa científica de todo: los restos de un antiguo río que fluye hacia adentro y hacia fuera de este cráter y piensan que ese es el lugar para buscar señales de vida pasada», afirma el ingeniero que lidera el esfuerzo de Entrada, Descenso y Aterrizaje (EDL) para Perseverance, Allen Chen.
La razón para esta “invasión terrícola” a Marte en febrero, no es otra que la “ventana” que se produce cada 26 meses en el sistema solar, cuando la distancia entre ambos planetas es menor, por lo tanto, la necesidad de combustible es menor.
Pero, en materia de misiones no tripuladas a Marte, el trio de exploraciones espaciales no es algo nuevo. Anteriormente, llegaron también con éxito a Marte, Estados Unidos, India, la antigua Unión Soviética y la Agencia Espacial Europea.
Marte se ha convertido en un gran misterio para el mundo científico. Especialmente, luego que en 2004, el Rover Opportunity de la NASA dejó en evidencia la jarosita en su base, al posarse en la superficie marciana.
Este mineral necesita agua para formarse, junto con hierro, sulfato, potasio y condiciones ácidas. Por lo tanto, los científicos se preguntan hoy: ¿cómo la jarosita es tan abundante en Marte? Giovanni Baccolo, geólogo de la Universidad de Milán-Bicocca y autor principal de un nuevo estudio sobre la presencia de este mineral en el planeta rojo, cree que pudo ser consecuencia de la evaporación de pequeñas cantidades de agua ácida y salada. Pero las rocas de basalto alcalino en la corteza de Marte habrían neutralizado la humedad ácida.
Otra hipótesis que se analiza es que la jarosita nació dentro de depósitos de hielo masivos que podrían haber cubierto el planeta hace miles de millones de años. A medida que las capas de hielo crecieron con el tiempo, el polvo se habría acumulado dentro del hielo y puede haberse transformado en jarosita dentro de bolsas fangosas entre los cristales de hielo. Pero, el proceso nunca se había observado en ningún lugar del Sistema Solar”, indica un especialista.
Esta idea se refuerza con el reciente descubrimiento de jarosita en la Antártida, en la que estuvo Baccolo y su equipo de investigadores, quienes perforaron a más de una milla de profundidad en el hielo antártico, según un artículo publicado el 19 de enero en la revista Nature Communications.
Asimismo, en un artículo reciente, la revista Science, señala: “Nadie esperaba encontrar jarosita en la Antártida, y Baccolo no lo estaba buscando. En cambio, estaba buscando minerales que pudieran indicar ciclos de la edad de hielo dentro de las capas de un núcleo de hielo de 1.620 metros de largo, que registra miles de años de historia de la Tierra.”
“Después de examinar las partículas con un microscopio electrónico, el equipo dedujo que la jarosita se había formado en bolsas dentro del hielo. Este hallazgo sugiere que el mineral se formó de la misma manera en Marte, aunque en el Planeta Rojo, la jarosita aparece en “depósitos de metros de espesor”, no como unos pocos granos dispersos, dijo a Science, Megan Elwood Madden, geoquímica de la Universidad de Oklahoma que no estuvo involucrada en la investigación.
La jarosita y otros minerales que traigan las misiones espaciales a su regreso a la Tierra, permitirán a los científicos estrechar la relación entre la Tierra y Marte, así como develar sus etapas de desarrollo geológico. Y, la minería como actividad económica, posiblemente no es el fin de estas misiones en Marte, sino más bien, la posibilidad de encontrar un lugar que sirva de base de operaciones para explorar más allá del Planeta Rojo o desarrollar la astrominería en el cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, que se estima tiene miles de millones de veces más recursos minerales que los que existen en la Tierra.