- Por Juan Pablo Béjar, Director de Ventas para Connectis Chile.
Automatización es, probablemente, uno de los términos que ha ganado mayor presencia en las conversaciones mineras en los últimos años. Son muchos los desafíos de la industria para los que el desarrollo digital puede ofrecer una solución óptima: sostenibilidad en la extracción y tratamiento de minerales, eficiencia en el uso de recursos, seguridad de las operaciones y, uno cada vez más importante, escasez de recursos humanos.
La automatización abre puertas no solo para cubrir funciones actualmente realizadas por personas en los procesos mineros, sino que también aumenta la seguridad de las dotaciones y en sus entornos de trabajo. Entonces ¿por qué sigue siendo un tema recurrente de las conversaciones? Básicamente, porque hay dos retos que no están del todo resueltos.
El primero consiste en huir de la innovación a ciegas. Es decir, aquella que se implementa sin tener en cuenta un buen diagnóstico que considere el ecosistema en el que se implementará una nueva solución, ni la cultura corporativa que caracteriza a quienes serán sus usuarios.
El segundo es que, el enorme desarrollo de la tecnología ha dado lugar a tal cantidad de opciones que, a veces, resulta difícil para las empresas distinguir el que mejor se adapta, el óptimo para responder a las necesidades concretas, o el que se anticipa a las demandas del medio plazo. Frente a esta oferta, en los decisores de las compañías aparece la legítima pregunta acerca de cuán funcionales pueden ser los desarrollos pensados para otras industrias.
Una de las claves para enfrentarse a estas cuestiones está en el match entre los consultores en transformación digital y las empresas mineras. Este encuentro debe asentarse sobre las necesidades de la industria: cuáles son los procesos que arrojan más errores, los que más ralentizan los flujos de trabajo, qué datos deberían transformarse en información accionable en las operaciones. Lo que sabemos que no funciona es el proceso al revés: que la industria minera vaya a la tienda de tecnología para apostar por la que ofrece mejores funcionalidades.
La automatización de los procesos está al alcance de todos hoy más que nunca. Las tecnologías de nueva generación que permiten implementar soluciones sin código son un buen ejemplo porque han demostrado un gran poder de adaptación a necesidades específicas y un notable ahorro en el uso de recursos. No obstante, siempre será imprescindible identificar previamente los espacios en los que es necesaria la automatización y el entorno en que se llevará a cabo (infraestructura y cultura).
La automatización es, sin duda, un componente clave de la minería 4.0, pero su aplicación solo será exitosa si existe un diagnóstico, la escucha del cliente, una planificación y una progresión del plan que considere sus alcances y posibilidades no solo para el presente, sino para el futuro que se proyecta.
