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Medir, gestionar y controlar el consumo de energía permiten identificar medidas de ahorro
- Por Francisco Leiva, gerente de proyectos y desarrollos de Negawatt.
Las cuentas de electricidad aumentarán de manera importante este mes y no será solo para los hogares. De hecho, las grandes empresas en Chile se enfrentan a un desafío significativo que podría afectar tanto su operatividad como sus costos, afectando la competitividad y los márgenes de ganancia de las empresas, dado que la mayoría de ellas depende en gran medida de este recurso para su funcionamiento.
En este contexto, es crucial que las grandes corporaciones adopten medidas estratégicas para mitigar el impacto económico y mantener su sostenibilidad operativa en un escenario de altos precios de energía. Por esto, las oportunidades de mejora para hacer más eficientes energéticamente los procesos cobran mayor relevancia y se convierten en una oportunidad para mantener la competitividad de las empresas y evaluar la oportunidad de utilizar energía renovable localmente disponible.
¿Pero qué métodos existen para ser eficientes en el gasto energético? En el caso de las grandes organizaciones, la principal recomendación tiene que ver con medir sus consumos de energía, entender su comportamiento y tomar medidas de bajo o nulo costo, hasta medidas de mayor costo e inversión.
Una forma de conocer el comportamiento energético es midiéndolo. Lo que se mide, se gestiona y controla, por lo que dependiendo de la instalación sugerimos medir y realizar un balance energético, saber dónde se consume principalmente la energía y conocer sus perfiles de consumo, su demanda energética y en qué hora se consume más. Posterior a esto, un paso relevante es evaluar e implementar cualquier medida de ahorro en forma eficaz y que, además, se mantenga en el tiempo a través del monitoreo constante de la medida, para finalmente incorporar el uso de energía renovable localmente disponible, generando una gestión energética completa y sostenible de las instalaciones y del costo.
Dentro de las medidas de eficiencia energética de bajo o nulo costo para las empresas está utilizar de manera eficiente los equipos y sistemas de uso cotidiano. Desde apagar la luz cuando no se ocupa, configurar el modo ahorro en nuestros computadores, reducir el sobrecalentamiento con equipos de calefacción en oficinas, hasta mejorar consignas de operación en plantas industriales basados en KPIs energéticos o priorizar la operación de motores más eficientes, etc. Todo lo que permita operar de manera más eficiente los sistemas y equipos actuales.
Por otra parte, las medidas de mayor costo podrían ser invertir en la compra de equipos o sistemas más eficientes, principalmente, cuando tenemos que cambiar equipamiento, cuya inversión extra por ser más eficiente se puede rentabilizar de mejor forma o a través de modelos de retrofit de sistemas, como la inclusión de bombas de calor en sistemas de calefacción, motobomba de mayor eficiencia, entre otros.
Cabe destacar que, la situación del mercado energético internacional, sumada a una millonaria deuda estatal con las empresas generadoras, ha obligado a ajustar las cuentas eléctricas en el país, lo cual impactará tanto a la gran empresa cómo a pymes, siendo estos últimos sus principales proveedores. «El impacto que esta medida podría tener en las operaciones de las pequeñas y medianas empresas puede afectar al ecosistema empresarial en su conjunto. Por ello, es importante generar conciencia sobre la necesidad de tomar medidas anticipadas en toda la cadena operativa.
El llamado es a que toda empresa enfrente el escenario actual con premura, sobre todo aquellas que son fuertes en uso de energía eléctrica y que operan en sectores como manufactura, entretenimiento u hotelería, donde el consumo de energía en procesos industriales, climatización, cocinas y dependencias en general, es muy fuerte. Salud, comercio, tecnología, son industrias con alta presencia de pymes y cuyo funcionamiento depende de abastecer a las grandes empresas.