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La gestión de Controversias a 2040 en la Minería e Industria
- Por Jorge Castillo Luco, Director Ejecutivo del Centro de Arbitraje y Mediación Minero, CAMMIN
Con mucha atención hemos analizado el estudio realizado por EY, que proyecta las oportunidades y retos de la minería al año 2040, mediando el uso de nuevas tecnologías, usos y, en definitiva, escenarios posibles. Derechamente, ya se ven incorporados en el nuevo andamiaje, la electromovilidad, la Inteligencia artificial (IA) y nuevos tipos de empleos que han de surgir con el dinamismo natural de nuevos procesos y adecuaciones de una nueva visión aún más rupturista de la industria.
En tanto, distintos estudiosos y autores les dan a Chile una situación de mayor privilegio y posicionamiento al actual, dado que se prevé una demanda muy elevada de cobre y litio, que se piensa que, inclusive, superaría la actual oferta global. (Nótese lo relevante de este juicio de valor).
Ahora bien, nosotros, como Centro de Arbitraje y Mediación Minero, CAMMIN, venimos desde hace tiempo pregonando en el diseño del quehacer de las controversias en la industria. Al punto de concebir ciertas reflexiones que entendemos son relevantes.
Al efecto, cabe preguntarse entonces ¿qué hemos pensado para este nuevo mundo minero que viene en materia de controversias? ¿En este campo, vamos a innovar o no? ¿O es que en el derecho y las relaciones contractuales no se puede innovar? ¿Y si apostamos a controversia cero? ¿Es eso posible, o una mera quimera? Y si, de ser posible, ¿no nos colocaría en la sintonía plena del escenario que auspiciosamente se nos viene para 2040?
En estas consultas, uno siempre puede compartir miradas con distintos colegas, amigos, ejecutivos, etc. Y en CAMMIN hemos arribado a una suerte de conclusión. Creemos que, todos quienes tienen poder de decisión en materia de controversias tienen experiencias disimiles. Algunas asociadas a derrotas en claims, otras asociadas al tiempo gastado, otras al árbitro que se tuvo y que tenía tal o cual tendencia, etc., etc., etc.
A su vez, la praxis de los que ejercen el derecho de llevar adelante estos procesos sin pensar en un actuar distinto, como, por ejemplo, abrirse derechamente en procesos de conciliación convencional y no instar por la extensión cabal de toda etapa procedimental que hubiere (lógica del “agotamiento de todo recurso” o “que lo establezca y/o me obligue un Juzgado”). Todo lo anterior, absolutamente válido, respetable y parte de las lógicas de la desconfianza en que nos hemos relacionado en materia de controversias.
A mi juicio, en estas mismas conversaciones, en particular con algunos directores de proyectos importantes, muchos de ellos empiezan a adentrarse en este mundo de la anticipación y gestión de controversias diferenciado, ya que, entender el valor integral de una controversia “administrada” empieza a tomar valor de gran forma.
Conforme lo dicho, no tenemos duda alguna de que ha llegado el momento en que la gestión de controversias sea recepcionada por los ejecutivos que detentan esta gran mirada en valor cabal de la industria, siempre teniendo en cuenta la proyección precitada a 2040.
CAMMIN, los invita a sumarse a este cambio de ciclo y concebir la administración de controversias con un panel minero, ágil, que sonríe, que atienden, que captura y respira las sensibilidades de la industria, implementando valor en conciliación, DRB Minero, arbitraje y acompañamiento en base a los tiempos.
Conforme las proyecciones, nos demandarán a todos los profesionales de la industria y las nuevas miradas de los líderes, que nos permitirá posicionarnos categóricamente como líder de producción de cobre al 2040 y los subsiguientes 50 años. ¿Por qué no? No tenemos ninguna duda de que nos hemos de necesitar todos en esta nueva sintonía fina.