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Jorge Riesco: “en Enami se necesita un golpe de timón”

  • El consejero de SONAMI y director de Enami sostiene que la Empresa Nacional de Minería necesita un golpe financiero en términos de meterle al sector una cantidad importante de recursos, ya sea permitiéndole endeudarse a largo plazo u ordenar financieramente su cartera de crédito.

Jorge Riesco recuerda que el gusto por la minería llegó en su infancia a través de su padre, Walter Riesco, quien fue presidente de SONAMI. “Mi papá nos llevaba a algunas salidas a terreno, a inaugurar pequeñas faenas los fines de semana. Los mineros eran cariñosos con él y siempre nos tenían un asadito. Tenían mucho cuidado de que los niños no entraran a las minas, pero igual nos asomábamos”, rememora.

Jorge estudió Derecho en la Universidad Católica y luego entró a trabajar a la Compañía Minera El Bronce, una mina de oro en Petorca. “Ahí pude interiorizarme más y aprender, entrar a una mina, subir y bajar chimeneas con escaleras colgantes, tener respeto por el cerro y la actividad. Yo terminaba mis trámites legales en el juzgado de Petorca y partía a la planta, eso siempre me gustó”, indica. Actualmente, ejerce como consejero de SONAMI y es director de Enami.

 DERECHO MINERO

 – ¿Siempre pensó en ser parte de la minería?

Sí, tanto que hice mi memoria en derecho minero. Y como digo, la oportunidad de juntar el ejercicio profesional con el terreno y con los fierros, a mí siempre me interesó. Aparte de eso, conocí a la gente que trabaja en minería, y detrás de los trajes y del polvo hay personas muy enamoradas de lo que hacen, saben mucho de la actividad, conocen el cerro y tienen un ojo especial para las cosas. Eso me gustó mucho. Después, tuve la oportunidad de participar en las actividades de la Asociación Minera de Petorca, a la cual apoyamos mucho y fue una cosa muy gratificante. La familia Callejas (donde trabajaba) tenía una inclinación por lo social y lograba una inserción muy buena en las comunidades.

Mientras trabajé allá hicimos un ambicioso plan habitacional, realizamos gestiones para que la asociación minera tuviera una sede buena. Además, siempre tuvimos buenas relaciones con la municipalidad y con los ocupantes del predio donde estaba la mina. Fue un aprendizaje bueno a una escala muy humana y cercana a la comunidad. Eso, a mí siempre me gustó mucho.

PEQUEÑA MINERÍA

-Usted siempre estuvo más vinculado a la mediana minería. ¿Qué mirada tiene sobre la pequeña?

Creo que ha habido una evolución enorme en la pequeña minería. Antes, la escala determinaba la incorporación de tecnología, y las primeras explotaciones que conocí eran súper artesanales. Recorrimos junto a Maximiliano Callejas muchas faenas chicas y la verdad es que la evolución, la tecnificación, la mejora que ha tenido la pequeña minería es enorme. Esto, en virtud del acceso a cierta mecanización, a ciertos métodos de trabajo mejores. Además, ha habido un afán por modernizarse, por mejorar los métodos de trabajo y en materia de seguridad. Hubo una conjunción muy virtuosa entre la autoridad, las organizaciones gremiales y los mineros, en el sentido de que hubo ciertas acciones de apoyo, de orientación, más que de sanciones, de inspección, de multas, sino que más bien un acompañamiento para ir mejorando los índices de seguridad de una manera paulatina.

PETORCA Y LA ACTIVIDAD GREMIAL

-Sin agua no hay minería y Petorca siempre ha sido el ejemplo de escasez hídrica en Chile. ¿Qué tiene que ver la minería en esto y qué han hecho para sobrellevar esta situación?

 Se han juntado dos cosas: la necesidad o la extracción de agua para riego, principalmente de la agricultura y de los paltos, con la peor sequía en los últimos años. Es cierto que hubo, en algún momento, una concentración de derechos de aprovechamiento; hubo algunas situaciones raras en la generación de esos derechos que daban lugar a extracciones mayores, las cuales hicieron, de alguna manera, desaparecer el agua más abajo. No tengo el detalle del asunto, pero sí es cierto que Petorca vive una situación que es súper apremiante y la verdad es que mirada de lejos da mucha pena, porque es una zona que teniendo los medios podría tener un auge súper grande. Ha habido gente que se ha instalado con algunas plantas de tratamiento, afortunadamente sé que les está yendo bien. Ojalá que el agua siga alcanzando, porque como dices tú es fundamental.

¿La minería es un aporte a la zona en particular?

Sí, y cabe preocuparse hoy por qué no hay más minería donde se necesita. Los mineros deberían estar orgullosos de las mejoras que han tenido en materia técnica, profesional, de seguridad, en todo ámbito y con estos precios. Esto debería ser un motor, una locomotora que tire la economía en un montón de localidades en donde las otras alternativas no pesan tanto. Hoy, hay una necesidad enorme de cobre para todo el tema de electromovilidad, hay una oportunidad para la pequeña minería porque los mercados no se van a agotar de recibir nuestras producciones y los yacimientos son de ese porte y están destinados a que sean explotados a pequeña escala. La misma Enami tiene un montón de propiedad minera y no la estamos aprovechando en generar más minería donde se necesita, con estos precios.

El ROL DE ENAMI

– ¿Qué falta para que Enami explote las minas, para que se hagan emprendimientos?

Falta un poco de orden. Recursos puede que haya, pero no se ordenan bien en torno a proyectos que tengan cierta proyección. Los proyectos mineros de repente cambian de dueño, de titular, de arrendatario, y llega alguien distinto, se asocian y cambia; y cada vez la información se pierde y es como si fuera un beneficiario nuevo de la política pública. Yo le asignaría un RUT al proyecto y lo seguiría de esa manera, desde la etapa de identificación de los recursos de reserva hasta la explotación, para ver cuántas toneladas de mineral me significa cada peso que le metí a ese proyecto en particular, cada dólar que haya metido en un proyecto se evalúa con un retorno.

Creo, que se necesita un golpe de timón en términos de ordenar el tema, lo que es gestión; y, por otro lado, necesita un golpe financiero en términos de meterle al sector una cantidad importante de recursos, ya sea permitiéndole endeudarse a largo plazo u ordenar financieramente su cartera de crédito para cumplir su función.

 -Existen críticas que se le hacen a Enami, precisamente relacionadas con su alto endeudamiento.

Es que es una realidad y lo ha dicho la misma administración. Hay un altísimo endeudamiento que deriva de ciertos déficits que se han ido produciendo en la operación. Ha habido déficits importantes en la Fundición Hernán Videla Lira, que es el activo más valioso e importante que tiene Enami, pero a la vez es el que más incidencia tiene en las utilidades o en las pérdidas, dependiendo de cómo sea su desempeño. Hay que sentarse y analizar bien la situación. Enami hizo un estudio en general, pero ese estudio no es la última palabra, yo creo que hay que discutir esas conclusiones con el mismo sector.

El sector ha dado muestras, reiteradamente, de tener toda la disposición de apoyar las iniciativas que tiendan a una sustentabilidad de la empresa en el largo plazo, porque entienden que esto es un modelo integrado, que ellos necesitan a esta empresa, que es esta empresa estatal la que suple un déficit importante en materia de iniciativa empresarial para sostener producciones que no tienen dónde beneficiarse, pero que, a la vez, necesitan las condiciones para que esto pueda proyectarse en el largo plazo.

SU PADRE Y SONAMI

 – ¿Cómo influyó su papá en su interés por la actividad gremial?

Fue un buen ejemplo en ese sentido, él y otras personas que yo conocí en la labor minera, y que son personas que desempeñaban esa labor sin afán de retribución. De repente, la vida le da la posibilidad a uno de retribuir algo de lo que ha recibido y de ocupar un lugar sin merecerlo, y a lo mejor sin tener los dedos para el piano, porque puede haber gente mucho mejor. Pero si nosotros esperamos que otros hagan las cosas, nadie las hace.

Aquí, se trata de hacer comunidad en torno a la actividad, son acciones muy importantes en el ámbito humano. Las entidades, en ese sentido, tienen esa virtud, que se puede hacer comunidad, una historia común, se pueden compartir experiencias, oportunidades y, por último, acompañarse en una labor que es una forma de vida.

-Usted participa en la Comisión Laboral de SONAMI. ¿Qué importancia la asigna a esta instancia?

Sí, y para mí ha sido siempre importante, porque son personas las que están detrás de esta actividad. A mí, me gratifica mucho pensar lo que hemos logrado en materia de competencias laborales, ser un instrumento para aunar las iniciativas y el interés que hay en ese tema. Logramos hacer un organismo sectorial súper potente en lo que significa la sistematización del trabajo, de competencias laborales en materias de minería.

Claramente, esto consume tiempo, pero imagínate la suerte de tener un espacio donde hacer eso, yo creo que no mucha gente lo hace y eso lo aprendí de los más viejos, de mi papá. Estamos aquí de manera casi casual, pero muy contentos y con ganas de seguir haciendo cosas y aportando en la medida en que sea útil. El objetivo es que más gente participe para lograr lo que siempre hemos dicho: hacer más y mejor minería. (Boletín Minero, Sonami, octubre. Editado para www.guiaminera.cl)

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