- Por Álvaro Merino Lacoste, director ejecutivo de Núcleo Minero.
El Instituto Nacional de Estadísticas dio a conocer el índice de producción minera, que en noviembre pasado respecto de igual mes del año anterior creció un 2,2%, debido al aumento de la actividad en la minería metálica que se elevó 3,1%, destacándose el relevante incremento de la producción de cobre en 9,8%, en tanto que en oro cae 4,7%, en plata disminuye 10%, en molibdeno se contrae 2,6%, mientras que los no metálicos muestran un retroceso de 3,6%.
Cabe hacer presente que la producción de cobre en noviembre pasado, que alcanzó a 489 mil toneladas, es el más alto registro en dicho mes desde el año 2020, cuando alcanzó a 491 mil toneladas.
En los once primeros meses del 2024, enero-noviembre, respecto de igual periodo del año anterior, la producción de cobre, principal producto minero y de exportación del país, aumenta en 194 mil toneladas, esto es 4,1%, destacándose el aumento de producción de Quebrada Blanca II y Minera Escondida.
Cabe hacer presente también que, este relevante incremento fue generado por la minería privada, pues Codelco registra una leve caída en su producción de 2,3%.
El año 2024 cerrará con una producción de cobre cercana a 5,45 millones de toneladas y, considerando los otros productos mineros, particularmente litio, se proyecta que el PIB sectorial minero crezca 5%, constituyéndose la minería en uno de los sectores económicos que más crecerá durante el año 2024.
Para el año 2025 se espera una producción de cobre cercana a los 5,7 millones de toneladas. Sin embargo, se debe tener presente que estamos frente a una recuperación de la producción de cobre, pues el año 2018 se alcanzó un monto de 5,8 millones de toneladas y a partir de esa fecha fue disminuyendo anualmente hasta registrar 5,25 millones el año 2023, el más bajo nivel de producción de cobre en las últimas dos décadas.
Para elevar la producción se debe dar un impulso robusto a la inversión, lo que naturalmente requiere despejar las incertidumbres y acelerar el otorgamiento de permisos junto con dar mayores grados de certeza a ese proceso.
Si hacemos bien esta tarea, la minería podrá continuar contribuyendo al crecimiento y desarrollo del país. Hay que recordar que, de acuerdo con el último catastro de proyectos de Cochilco, las iniciativas de inversión alcanzan a US$85.000 mil millones. Sin embargo, lo importante es que ellas se concreten, pues hay varios proyectos que esperan luz verde para generar producción, como es el caso de Dominga, que después de casi 12 años aún está en la carpeta de proyectos, como consecuencia de la permisología y de los arbitrios de la política contingente.
