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Innovación tecnológica irrumpe como solución para minerales de menor ley en plantas concentradoras
- Métodos convencionales deben complementarse con nuevas soluciones para evitar los denominados “cuellos de botella”. Mecanismos sirven para el tratamiento de minerales de menor ley y la optimización del proceso al procesar estructuras de mayor competencia, heterogeneidad e impurezas.
La industria minera enfrenta un creciente desafío en el tratamiento de minerales de menor ley. A esto se suma que las modificaciones en las características del mineral que es extraído exigen una permanente verificación en el desempeño de las plantas de tratamiento. El concepto de la ley de un mineral se entiende como la concentración de un elemento como cobre, oro, hierro, molibdeno, presente en las rocas o material mineralizado, dentro de un yacimiento.
Para los expertos en diseño de procesos metalúrgicos, estos cambios en los parámetros más característicos de la roca tienen impactos tanto a nivel de los crecimientos marginales en la actualidad, como en la adaptabilidad de los minerales a futuro.
“Por ejemplo, una mina a rajo abierto, al ir profundizando en su extracción, el mineral va cambiando; puede incrementar su dureza, contener más impurezas o traer elementos que no se quieren recuperar. Frente a estos cambios se verifican permanentemente las plantas para determinar si es posible procesar esa cantidad de material o recuperar los finos del elemento principal comprometidos en los planes de producción de la compañía”, explica Carlos Mondaca, jefe de proyectos de la especialidad de procesos de Keypro, empresa chilena de ingeniería para la minería.
“Ahora, también puede darse el impacto contrario: que el mineral sea menos competente y surge la oportunidad de lograr un mayor procesamiento. ¿Qué se hace al respecto? Los métodos convencionales apuntan a una identificación de los “cuellos de botella» y la optimización de puntos críticos para hacer más expedito su tratamiento”, agrega el experto.
En el caso de Keypro, han gestionado brechas asociadas al cambio del mineral en distintas faenas. La forma convencional de abordar el desafío ha sido con un trabajo conjunto con la faena y a través del análisis de la data estadística registrada con la instrumentación de las plantas, tales como tonelaje, ley, granulometrías, entre otras. “Sus características no son uniformes: estos cuerpos minerales tienen múltiples formas, y el material que se extrae hoy tiene menor ley respecto al de hace unos años”, complementa Mondaca.
El profesional sugiere la importancia de operar con procesos optimizados. Esto debido a que las modificaciones inherentes a las características del mineral ponen a prueba el diseño original de las plantas concentradoras, que responden a unos parámetros de diseño base, que no necesariamente serán los mismos que la operación tendrá en cinco o diez años más, afectando la recuperación de cobre u otros subproductos.
METODOS CONVENCIONALES E INNOVADORES
La especialidad de procesos en Keypro analiza toda la información asociada a una operación minera para gestionar soluciones a las dificultades que se van presentando. Por lo general, la respuesta convencional al problema de modificaciones en los minerales se relaciona con mejoras en los sistemas de transportes, optimizando su desempeño actual o incluso reemplazando piezas del engranaje para aumentarlo.
“Son soluciones mecánicas, como: cambio de correas, bombas, motores o tuberías. Pero cada vez es más frecuente el uso de nuevas tecnologías. En particular, tipos de flotaciones llamadas ‘neumáticas’, que tienen dos objetivos principales: levantar la ley de concentrado o flotar minerales más gruesos, dos focos que no siempre pueden ser resueltos con modificaciones a la estructura de la planta”, puntualiza Mondaca.
Si bien estas tecnologías tienen un uso extendido en la industria, hoy empresas que desarrollan soluciones de flotación están evaluando nuevas posibilidades cada vez más sofisticadas. Su contribución a futuro será relevante, pues permitirán complementar acciones para ir abordando múltiples aristas de los mismos problemas.
El experto de la empresa de ingeniería nacional considera que es fundamental que la industria local sea expedita en adoptar innovaciones. “No siempre es fácil introducir nuevas tecnologías. Las empresas son de observar a su competencia y esperar que les funcione. Chile en ese sentido ha sido un mercado siempre más conservador, aunque considerando la envergadura del desafío será importante poder actuar con mayor celeridad”, concluye.