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Iniciativas circulares que están acelerando la transformación de la minería chilena
- Para avanzar hacia el cero residuos a eliminación, la empresa de soluciones ambientales Ambipar Environment está perfeccionando el modelo de servicio en faenas y operaciones mineras con innovadoras oportunidades de valorización.
El sector minero tiene la meta de reducir en 50% las emisiones de CO2 para 2030 y alcanzar la carbono-neutralidad al 2040. Para lograrlo, la Política Nacional Minera estableció que uno de sus objetivos estratégicos en materia ambiental es liderar el modelo de economía circular a través de la reutilización de residuos y el uso eficiente de recursos.
“Nuestra labor como socio estratégico en la gestión ambiental es desplegar todas nuestras capacidades y recursos para llevar a cabo la correcta segregación, clasificación y pretratamiento de los residuos en su origen, porque esto ayuda a reducir los costos y, al mismo tiempo, a mejorar drásticamente los indicadores de sostenibilidad”, señala Ernesto Ly Martel, gerente de Contratos Mineros de Ambipar Environment.
Como ejemplo, el ejecutivo destaca el trabajo colaborativo y de innovación que han desarrollado para El Teniente, aportando a que esta División de Codelco logre superar de manera anticipada la meta de 48,1% de reciclaje de residuos industriales no peligrosos que se había propuesto para 2024, alcanzando un 53,8% en el mes de junio recién pasado.
MODELO DE ECONOMÍA CIRCULAR
El ejecutivo explica que la clave del perfeccionamiento del servicio integral que prestan a la gran minería está en su modelo de economía circular, lo que implica una permanente búsqueda de oportunidades de valorización, eficientes y de alto impacto, para extender el ciclo de vida de los materiales reciclables y así mejorar el desempeño ambiental de las operaciones mineras. Una de ellas consiste en la recuperación de chatarra y otras aleaciones metálicas.
“Logramos hacer una gestión diferenciada de aquellas aleaciones de metales que que pueden servir para fabricar piezas y partes de maquinaria especializada, como revestimientos de molinos, bolas de chancado y otras con altas especificaciones técnicas. Por otra parte, la chatarra se destina a la producción de acero verde que vuelve a la faena en forma de pernos y fierro de construcción. Lo mismo puede realizarse con cables industriales y eléctricos, separando cada uno de sus componentes: la chatarra, la goma, la fibra plástica y las fibras de cobre con el fin de valorizar cada uno de ellos”, detalla Ernesto Ly.
Los aceites y lubricantes que provienen del mantenimiento de maquinarias y vehículos podrían extraerse directamente de su fuente para ser tratados, minimizando su manipulación en pozos de contención y el transporte de estos residuos que son considerados peligrosos. “El objetivo es que estos pasivos ambientales puedan tener otro destino, convertidos en combustible alternativo para uso de generación de energía”, señala el ejecutivo.
MADERA, HORMIGÓN Y PLÁSTICOS
Los residuos de madera, que provienen principalmente de pallets, pueden usarse para la fabricación de paneles de madera aglomerada para la construcción o como material estructurante para el proceso de compostaje, “mezclando de este residuo con desechos orgánicos de casinos, produciendo una enmienda orgánica rica en nutrientes para su uso en áreas verdes y cultivos”, comenta Ly, agregando que también existe una vía de menor preferencia como solución de valorización que consiste en utilizarla como biomasa para la obtención de energía.
Los escombros de hormigón, que se desechan de los procesos constructivos, también tienen el potencial de convertirse en áridos reciclados, que es un material sustituto para construcción para caminos, rellenos o para incorporarlo nuevamente al cemento.
Los plásticos provenientes de envases, embalajes, tuberías de HDPE, líneas de goteo, bidones y otros desechos, se segregan, clasifican y acondicionan para transformarse en materia prima para un sinnúmero de productos, reingresando a la operación minera como nuevas líneas de goteo, pallets o muebles de eco madera, bandejas, basureros, o cualquier otro elemento que requiera, productos que además pueden ser fabricados bajo un modelo de carbono neutralidad.
Finalmente, Ambipar Environment también se ocupa de la gestión para disposición final de la fracción de residuos no valorizable, lo que se sustenta operacionalmente en aspectos de logística y trazabilidad del proceso, además de la capacitación a los equipos y trabajadores, en orden a mejorar los indicadores. “Esta gestión integral es replicable en otras industrias productivas, ya que se alinea con el instrumentos como los Acuerdos de Producción Limpia, las hojas de ruta de las industrias y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, iniciativas que se hacen imprescindibles para mitigar los impactos y reducir los efectos del cambio climático”, concluye Ernesto Ly.