Impacto de la crisis climática en el suministro de agua en Chile

En la zona central nuestro país acumula los 10 años más secos de su historia, con un déficit de precipitaciones del 70%, situación que ha mermado la disponibilidad de agua a niveles dramáticos.  Se puede observar que embalses y lagunas como, por ejemplo, el Embalse El Yeso y Lago Peñuelas, entre otros, alcanzan niveles mínimos de agua, lo que incide directamente en la calidad de vida de la población afectando la agricultura y el consumo humano de agua.

Producto de la mega sequía que nos afecta, el Estado ha decretado emergencia agrícola en varias comunas entre Atacama y Ñuble, con el fin de entregar forraje para los animales, remedios e insumos y asegurar el agua para consumo humano. Todas éstas son medidas paliativas, pero no de fondo.

Entendiendo el problema a que nos enfrentamos, es importante conocer la causa porque, en todos los casos, la evidencia científica ha sido concluyente en que el cambio climático es el responsable de esta problemática. Éste es un fenómeno que se produce por el aumento de las temperaturas medias a nivel mundial (0,85°C, desde el inicio de la revolución industrial), producto de la acumulación de gases de efecto invernadero emitidos por la humanidad (quema de combustibles fósiles y agricultura, entre otros).

Sus efectos pasan a ser noticia y se seguirán estudiando mientras los sufrimos en el planeta, lo que no significa que el fenómeno no existe, sino que va más rápido de lo que podemos estudiar. Sólo pudiendo modelar algunos efectos en función del aumento de temperatura, incluso, se ha demostrado que las modelaciones subestiman los efectos, donde se ha comprobado que algunos efectos asociados a 1,5°C más se están produciendo en la actualidad.

¿Qué podemos hacer? Ésta debe ser la pregunta más difícil de responder, ya que apela a análisis multidimensionales, donde los intereses de cada grupo pasan a ser parte del problema. Sin embargo, es importante pasar a la acción como, por ejemplo, en materias de aseguramiento de agua para consumo humano y agricultura, donde la sociedad debe tomar un rol preponderante, considerando una lógica de eficiencia en el abastecimiento y consumo del líquido elemento.

Existe una serie de propuestas innovadoras, como por ejemplo, la carretera hídrica -que ha sido resistida por diversos académicos universitarios- o desalinizar agua, entre otras, las cuales apuntan a solucionar un problema de abastecimiento, pero no de eficiencia. A mayor abundamiento, estas soluciones obedecen a un enfoque productivista, o sea, seguir asegurando recursos para consumir y/o producir, lo cual es parte de nuestra realidad como sociedad, pero que no se hace cargo del fenómeno global que, a largo plazo, no permitirá un trasvasije de recursos.

Como podemos observar, las soluciones pasan por un nuevo enfoque socio ambiental, centrándose en soluciones basadas en la naturaleza, eficiencia en riego agrícola, reutilización de aguas residuales, mejora de procesos industriales y captación de aguas lluvias para la recarga de acuíferos, las cuales se detallan en los siguientes párrafos.

• Soluciones basadas en la naturaleza, corresponde al manejo integral de cuencas, donde su planificación y restauración permita contar con el vital elemento, producto del ciclo natural del agua. En este sentido, el concepto de desarrollo sostenible (crecimiento con equidad social y ambiental) resulta clave.
• En cuanto a la eficiencia de riego agrícola, ésta está asociada a un recambio tecnológico que permita cultivar lo mismo con menos recursos.
• En la reutilización de aguas residuales existen propuestas para aprovechar el agua de emisarios submarinos, con un 10% de ahorro de agua.
• Respecto a la mejora de procesos industriales, se requiere a corto plazo que los procesos industriales demandantes de agua logren obtenerla sin afectar el suministro actual, por lo que resulta llegar a acuerdo para que el agua sea obtenida del mar y se evite constituirse una competencia al consumo humano, donde, además, se apliquen tecnologías en pos de un manejo eficiente del agua.
• En cuanto a la recarga de acuíferos, se tiene la idea de realizar esta labor mediante la captación de aguas lluvias, provocando infiltración y finalmente recarga, siendo de los procesos más innovadores propuestos en la actualidad, requiriéndose investigación para desarrollarlo a futuro.

Finalmente, debemos comprender que las propuestas deben apuntar a un recambio tecnológico en el uso eficiente del agua, dar preferencia al consumo humano y agrícola, y a una revolución tecnológica para garantizar el suministro de agua en esta nueva realidad que vivimos.