- Por Erick Bellido, periodista y analista de MindRun
Una tarea no menor es vencer la resistencia al cambio. Instalar nuevos paradigmas siempre ha sido un obstáculo para el desarrollo. Para algunos, sigue siendo cómodo continuar haciendo lo ya conocido, porque no hay tiempo para perder o experimentar, y ese retrógrado argumento, sirve para esquivar los saltos evolutivos. Sin duda alguna la cultura minera es en esencia tradicional, pero hay que saber seducirla con sólidos argumentos para impulsar los grandes cambios.
¿Por qué es tan difícil doblegar la resistencia a lo nuevo? En el mundo minero faltan espacios para probar nuevos desarrollos, y especialmente, tener las capacidades instaladas para poder demostrar sí es factible o no remover los pilares orientados a instaurar modelamientos de innovaciones tecnológicas que generan verdaderos cambios en la cadena de procesos productivos.
Gracias al impulso brindado por CORFO el 2017, en diciembre próximo, el ‘Centro Nacional de Pilotaje de Tecnologías para la Minería’ (CNP), cumplirá seis años de existencia. Durante ese tiempo, ha forjado las bases para robustecer la nueva política tecnológica que cruza al mundo minero, dado que, hasta antes de su existencia, Chile adolecía de espacios dedicados de forma exclusiva a la prueba de innovaciones tecnológicas que brinden certeza sobre la necesidad de dejar atrás los antiguos métodos de explotación, selección y refinamiento de minerales, para abrir camino a sistemas dotados de procesos más verdes, sustentables, sostenibles y seguros, pero que además cumplan con los estándares internacionales orientados a la protección del planeta.
En este contexto, cobra especial relevancia la primera versión del Summit denominado “Encuentro Ecosistema CNP 2023: Acelerando el desarrollo tecnológico de la industria minera”, el cual se desarrollará el próximo 18 de octubre en Antofagasta y el 19 de octubre en Santiago, donde se darán cita académicos, investigadores, empresas proveedoras de servicios y desarrolladores de innovación, quienes podrán compartir con actores claves en la toma de decisiones de la industria, en pro de compartir experiencias sobre cómo el ‘pilotaje’ puede servir para acelerar el desarrollo o adopción de nuevas tecnologías aplicables a la minería.
Sin duda, una verdadera vitrina donde se presentarán casos de emprendimientos en proceso de escalamiento, y se tendrá acceso a las lecciones aprendidas a través de buenas prácticas, ya que el CNP se encuentra desplegado en seis regiones de Chile con 11 sitios de prueba, permitiendo el desarrollo de 50 pilotajes tecnológicos, todos los cuales serán visualizados en el marco del evento en dos salas, y paralelamente, se podrá acceder a talleres de ‘vigilancia tecnológica’ y ‘protocolos de pilotajes’, donde se enseñará la forma en que se validan las innovaciones y la incorporación de las nuevas procesos tecnológicos.
Dar cabida al impulso de las mentes que proponen ‘re-evolucionar’ la minería es clave, porque a partir de la concepción original de las ideas generadas por equipos multidisciplinarios, es posible guiar los avances del recurso humano convocado, e impulsarlos hacia un proceso de maduración, para finalmente, llegar a generar startups que son capaces de poner a prueba industrial sus resultados (modelo piloto), lo que permite sistematizar todo el camino recorrido y evidenciar empíricamente, que la nueva tecnología funciona de forma óptima en la modernización de las faenas mineras.
Ahí la relevancia que existan los sitios de prueba como el CNP, el cual es impulsado por cuatro universidades chilenas con amplia experiencia en el ámbito minero, como son la Universidad de Antofagasta, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Chile y la Universidad Técnica Federico Santa María, pero que además integran la colaboración de la Asociación Gremial de empresas para la innovación y la exportación de productos, insumos y/o servicios para el sector minero e industrial (Minnovex).
Pero aún más trascendente, es que se divulgue el saber generado en la realización de eventos, porque justamente visibilizan los resultados logrados, abriendo perspectivas de futuro, junto con promover las tendencias de la inserción laboral, demostrando que Chile tiene el potencial para aplicar I+D, y mejor aún, tiene la llave para expandir las fronteras de la creación o modificar un determinado producto, pudiendo introducir al mercado mayor potencial de crecimiento, factor estratégico para el desarrollo empresarial y el crecimiento económico de los países, siendo aquellos que más invierten en investigación y en innovación, los que más riquezas o beneficios alcanzan, ya que se genera una sinergia que permite implementar nuevos productos, servicios o procedimientos, que encuentran usos o aplicaciones exitosas, imponiéndose en el mercado a través de la difusión.
