Elección de Constituyentes: Proceso Histórico e Inédito

Con las elecciones celebradas los días 15 y 16 de mayo, se inició un proceso inédito en nuestro país, ya que por primera vez en la historia de Chile un grupo de 155 constituyentes –elegidos democráticamente- serán los encargados de elaborar la nueva Constitución que nos regirá en los próximos años o décadas.

La elección de los constituyentes trajo sorpresas, ya que los electores castigaron a los partidos políticos tradicionales y se inclinaron mayoritariamente por los candidatos independientes, contradiciendo lo que estiman las encuestas y los expertos electorales.

Esta Convención Constitucional elegida es, sin lugar a duda, diversa y representativa de nuestra sociedad y de ahí el gran desafío que tienen cada uno de los constituyentes en orden a que primen en el debate el diálogo, la moderación y la concreción de acuerdos amplios en pos del beneficio del país y todos sus habitantes.

Hemos leído en la prensa las opiniones de algunos de ellos que ponen énfasis en la disposición al diálogo y la necesidad de preservar los principales fundamentos que han permitido el desarrollo económico y social de nuestro país, pero también hemos escuchado la opinión de algunos más apasionados que se cierran a la conversación y a los acuerdos. Ello lo entendemos en razón a su falta de experiencia en estas lides, pero no pueden olvidar que tienen que estar a la altura del desafío que el país les ha encomendado.

Como organización gremial con 138 años de existencia, estamos comprometidos en hacer nuestro aporte para lograr una nueva Constitución que nos permita mantener lo que hemos alcanzado hasta ahora y avanzar decididamente en los temas pendientes, especialmente en materia social.

Apostamos por un camino de construcción de acuerdos y de búsqueda de puntos de encuentro. Llamamos a no enfocarnos en las diferencias ni dejarse llevar por ventajas o situaciones transitorias, lo que dificulta el avanza en las materias clave para nuestro futuro.

Creemos que la nueva Constitución, en plena revolución tecnológica y sustentable, debe fortalecer la visión estratégica de un país y un futuro asociado a esos conceptos. En particular, en el caso de nuestra industria, nos parece importante la transparencia y la fuerza legal de la concesión minera, la necesidad de estabilidad y predictibilidad en el marco legal que la regule, y la no discriminación entre actores mineros públicos y privados, nacionales y extranjeros, que han convivido virtuosamente en esta actividad.