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El nuevo arbitraje que enfrenta a Corfo con otro productor de litio
Absolutamente contrarias son las posturas entre Corfo y la estadounidense Albemarle. Ambas partes se acusan de incumplir el espíritu del contrato que firmaron hace casi dos años. Por eso, mañana, al final del día, la Corfo dará inicio al proceso arbitral, acción que esperan resolver en el más breve plazo. De hecho, la estatal espera partir el 2020 con el tema resuelto y comenzar a implementar en Chile la política de desarrollo de una industria con valor agregado para el litio.
La country manager de Albemarle, Ellen Lenny-Pessagno, habla por primera vez, y en extenso, del conflicto que la firma norteamericana comenzará a vivir con Corfo.
Se trata del arbitraje que el organismo estatal anunció en octubre, pero que mañana -a última hora- materializará ante la Cámara de Comercio Internacional (ICC) por el incumplimiento de la cláusula 4.8 del contrato firmado hace casi dos años con la estadounidense para que vendiera el 25% de su producción en Chile a los productores que fueron seleccionados por Corfo para el desarrollo de una industria de valor agregado del litio en Chile a un precio preferente.
Arbitraje del que aún no han sido notificados formalmente por la estatal y del cual se han informado por la prensa, acusa la ejecutiva que arribó a Chile en octubre pasado.
Ellen Lenny-Pessagno afirma que la compañía que lidera no ha incumplido el contrato y señala que Corfo pretende “reescribir lo acordado” al hacer una reformulación de la cláusula del contrato que fija el precio con el cual se deben ofrecer los productos a las empresas seleccionadas, la chilena Molymet, de Chile; el consorcio coreano Samsung SDI Co y Posco y la china Sichuam Fulin Industrial Group.
Aclara también que tanto ejecutivos senior como los locales y corporativos de la compañía se han reunido en “múltiples ocasiones”, durante este 2018, con la actual y la saliente administración de Corfo, donde, enfatiza “participamos de varias propuestas con el objetivo de resolver el asunto de manera amistosa”.
Y pese a la arremetida legal de Corfo, la ejecutiva todavía quiere dialogar e indica que, si para eso es necesario que el CEO de la compañía, Luke Kissam, converse con el Presidente Sebastián Piñera u otras autoridades, “estamos disponibles para ello”.
¿Cómo ha tomado la matriz el foco de conflicto que la empresa abrió con el Estado debido a las discrepancias en el contrato pactado con Corfo?
-Albemarle no ha abierto ningún foco de conflicto con el Estado de Chile. Nuestra relación comercial con Corfo es de casi 40 años y deriva de un contrato firmado con ellos.
Hemos cumplido estrictamente con este acuerdo en el entendido de que es el inicio de una alianza estratégica de la más alta importancia, que contribuye con el desarrollo de la industria nacional del litio.
¿Qué ha pasado entonces con la demanda de arbitraje que presentará Corfo?
-Nos hemos enterado por medio de una serie de declaraciones del vicepresidente ejecutivo de Corfo (Sebastián Sichel) -tanto en prensa como en otras instancias públicas- sobre las intenciones que tendría Corfo de iniciar un arbitraje, lo que a la fecha no ha sucedido.
No hemos recibido una notificación formal del inicio del procedimiento arbitral, por lo que no sabemos en detalle cuáles serían sus reclamos específicos.
Pareciera que las intenciones de Corfo están orientadas a reformular una cláusula del contrato que fija el precio con el cual se deben ofrecer nuestros productos a productores especializados. Con ello, Corfo pretende reescribir lo acordado, que es muy claro y no admite dudas.
¿Cuál es la controversia?
-El anexo al convenio básico firmado por Albemarle y Corfo establece claramente que Albemarle debe ofrecer hasta el 25% de su producción al “precio más bajo de paridad de mercado de exportación (FOB Puerto Chileno)” a los productores especializados de productos de valor agregado.
Sin embargo, parece ser que Corfo, al formular los llamados tendientes a invitar a empresas internacionales a instalarse en el país omitió mencionar la metodología aplicable a la fijación del precio de venta de los productos de litio de Albemarle.
Aparentemente, Corfo niega haber acordado que el precio de venta a los productores especializados debiese ser al “precio más bajo de paridad de mercado de exportación (FOB Puerto chileno)”.
Corfo no puede pretender interpretar lo pactado en un sentido distinto. No corresponde reinterpretar aquello que fue acordado claramente y de buena fe.
¿La empresa intuía que el arbitraje era el camino más probable de concretar por parte de Corfo?
-Albemarle al negociar los términos del anexo al convenio básico acordó e insistió en la inclusión de una cláusula de solución de diferendos -práctica común en contratos comerciales – consistente en un arbitraje (panel de tres jueces) normado según las reglas y procedimientos establecidos por la Corte Internacional de Arbitrajes de la Cámara de Comercio Internacional, por lo que el mecanismo está incluido precisamente para solucionar las diferencias en alguna cláusula específica. Es la forma que ambas partes acordamos en caso de diferencias.
¿Le sorprende el proceso de arbitraje que Corfo decidió abrir en contra de Albemarle?
-Siempre hemos expresado la voluntad y compromiso de Albemarle por cumplir con todas las obligaciones contraídas con Corfo. Hemos cumplido con cada una de las exigencias del contrato, una de ellas la contribución para el desarrollo de investigación y desarrollo en el uso y aplicación de energía solar y sales de litio, y minería metálica y no metálica, que a la fecha ascienden a más de US$ 13 millones, fondos que se encuentran disponibles, a la espera de que Corfo nos indique a qué institución debemos entregarlos.
El monto total que será destinado a I+D llegará a los US$ 300 millones al final de contrato. También firmamos un acuerdo histórico con el Consejo de Pueblos Atacameños, en donde, además de compartir la gestión sustentable del Salar de Atacama, entregamos el 3,5% de las ventas a las comunidades. Es decir, hemos hecho un enorme aporte que impacta positivamente a la Región de Antofagasta y al país. En ese sentido, nos sorprenden las declaraciones que se han hecho y que no se condicen con la disposición y buena fe que siempre ha demostrado Albemarle en Chile.
¿Albemarle desconoce el sentido del contrato firmado con Corfo que es el valor agregado y no ganar vía impuestos (royalty)?
-Albemarle genera en Antofagasta un producto con altísimo valor agregado y que es fundamental para el desarrollo de la electromovilidad. El litio no es un commodity.
Cada empresa que demanda nuestros productos exige una solución específica que solo unas pocas empresas en el mundo pueden ofrecer. Por ello nos definimos como una empresa de especialidades químicas. La molécula de litio necesaria para la batería de un celular es distinta a la que se necesita para la batería de un auto eléctrico.
Y los nuevos desarrollos tecnológicos van a necesitar cada vez productos más especializados. El mercado de las baterías de litio es muy dinámico y ya está dando muestras de cambios que pueden dejar obsoletos los proyectos que se están planteando.
En Albemarle hemos sido promotores activos del desarrollo de un ecosistema productivo en torno al litio y ponemos toda nuestra experiencia y relaciones con los principales centros de estudio e investigación para que Chile avance de manera efectiva hacia una industrialización del litio.
¿Cuál es el efecto práctico que tendrá este diferendo en el cumplimiento de otras obligaciones de Albemarle bajo el convenio básico?
-Ninguno. Albemarle siempre ha manifestado su voluntad y compromiso de cumplir con todas sus obligaciones contraídas con Corfo, así lo hemos hecho y así lo seguiremos haciendo.
Estamos completamente convencidos de que cuando las autoridades superiores del Ejecutivo conozcan a fondo todos los antecedentes de esta controversia, podrán apreciar que nuestra empresa está cumpliendo estrictamente con el espíritu y la letra de este contrato.
¿Por qué la compañía no fue activa en los diálogos con la autoridad, como acusó la fiscal de Corfo hace unos meses?
-Prefiero no comentar declaraciones personales hechas a través de medios de comunicación. Pero sí puedo hablar de los hechos y de mi conocimiento personal. Miembros senior de nuestros equipos locales y corporativos de liderazgo y legales se reunieron con la nueva y anterior administración de Corfo en múltiples ocasiones desde principios de 2018 para discutir respecto del “precio más bajo de paridad de mercado de exportación (FOB Puerto Chileno)”.
Y durante ese tiempo, participamos en negociaciones de buena fe, incluyendo la presentación de varias propuestas con el objetivo de resolver el asunto de manera amistosa. Fue en la última reunión, a finales de octubre, cuando Corfo, y no Albemarle, puso fin a esas negociaciones y anunció que iniciaría el arbitraje.
¿Confían en que saldrán ganadores de este proceso?
-Estamos muy confiados en nuestros argumentos, y esperamos que la solución a esta controversia se logre dentro del menor tiempo posible. Un arbitraje puede durar mucho tiempo. Ciertamente, no ayuda que Corfo pretenda desconocer lo pactado.
La cláusula del convenio es clara y resulta inusual que nuestra contraparte pretenda reescribirla. Siempre hemos estado disponibles al diálogo para explorar caminos de solución, porque entendemos que estas controversias pueden dañar el esfuerzo del país por atraer inversiones a un mercado con reglas claras y estables.
Apuesta por Chile
¿La decisión de congelar las inversiones de carbonato de litio en Chile está relacionada con el conflicto que se abrirá con el Estado?
-En este caso hablamos de poner “en espera” el proyecto en Mejillones para acelerar el desarrollo de proyectos de hidróxido de litio en Australia por motivos estrictamente de mercado. Estamos analizando los siguientes pasos a seguir, sin embargo, quisiera reafirmar que Chile sigue siendo de gran importancia para Albemarle.
Nuestros 700 colaboradores y 4.000 contratistas en Chile están enfocados en nuestro reto más importante, que es el de más que duplicar nuestra producción de litio.
En 2019 continuaremos con la construcción de las Plantas 3 y 4 en La Negra y esperamos comenzar la puesta en marcha en 2020, que será la planta más moderna de Chile, que utilizará tecnología de punta que permitirá recuperar y recircular agua durante el proceso productivo, haciéndola así más eficiente.
¿Las trabas ambientales y por parte de la CChen que están teniendo para ampliar la producción de litio en Chile, unido a este nuevo conflicto, generarían la salida de Albemarle de Chile?
-No hablaría de trabas. Se trata de la solicitud por parte de la autoridad de mayor información y eso es lo que estamos haciendo: respondiendo con la mayor celeridad a las consultas realizadas por la CChen.
Se trata de un aumento de producción gracias al desarrollo de una tecnología que lo permite, sin utilizar ni una gota más de salmuera que la autorizada, cuestión fundamental para la sustentabilidad del Salar de Atacama.
¿Analizan el nuevo escenario que puede tener la empresa en Chile considerando el precedente que sentó el arbitraje entre SQM y Corfo?
-Las razones que dieron lugar al arbitraje entre SQM y Corfo son distintas a las que el vicepresidente ejecutivo de Corfo ha señalado serían sus razones y motivos para dar inicio a un arbitraje contra Albemarle.
Ese proceso duró casi cuatro años y conllevó una extensa negociación, donde la firma en cuestión (SQM) tuvo que realizar varias concesiones.
¿Qué están dispuestos a poner sobre la mesa para finalizar de buena manera este conflicto?
-Albemarle y Corfo ya mantuvieron largos procesos de negociación que terminaron en la firma de un contrato. No estamos actualmente en una etapa de negociación, sino de ejecución de los acuerdos alcanzados.
Lo único que esperamos es que Corfo cumpla sus compromisos en la forma en que estos fueron acordados y que no opte por el camino de ignorar lo pactado. Corfo representa al Estado de Chile, que es reconocido mundialmente por respetar las reglas del juego. Nuestro mejor respaldo es la legislación aplicable y la claridad del contrato.
¿Con qué abogados están trabajando?
-La instancia formal para presentar a nuestro equipo jurídico será durante el arbitrio, lo que sí puedo asegurarle es que estamos muy bien asesorados, con buenos profesionales.
¿Usted o el CEO de la compañía han tenido nuevas reuniones con Sebastián Sichel, con el ministro de Economía, José Ramón Valente, u otro representante del gobierno después del 18 de octubre, fecha en que Corfo libera la opción de ir a un arbitraje internacional?
-La relación con el Estado chileno va mucho más allá de esta diferencia por una cláusula del contrato con Corfo. Albemarle, desde hace casi 40 años, ha colaborado en el desarrollo de la industria del litio en el país y ha sido y seguirá siendo un socio estratégico del Estado.
Firmamos un exigente e inédito acuerdo con Corfo, el cual hemos cumplido a cabalidad, pero más allá de eso, hemos colaborado con las comunidades aportando a I+D y generar productos con alto valor agregado.
Hemos participado activamente en iniciativas del gobierno, como la firma del “Decálogo de la Industria Minera por la Incorporación de Mujeres y Conciliación Laboral”.
En dicha ocasión, como empresa global, ofrecimos al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género jugar un rol de liderazgo durante la reunión de Apec en la mesa de diálogo sobre cómo aumentar el porcentaje de mujeres en esta industria.
También firmamos un compromiso en torno al desarrollo de la electromovilidad, actividad en la que hemos estado con ministros e incluso con el vicepresidente ejecutivo de Corfo.
¿Hay programadas nuevas visitas al país del CEO mundial de la compañía por este conflicto?
-Chile es un mercado importante para Albemarle, por lo que obviamente tendremos al CEO de visita en el país, no necesariamente motivado por esta controversia.
Si eso ayuda a avanzar en una solución, entonces mucho mejor. Nos encantaría poder retomar el camino del diálogo y seguir aportando al desarrollo de la industria del litio, y si para eso es necesario que nuestro CEO converse directamente con el Presidente de la República, y las más altas autoridades, estamos disponibles para ello. El momento del litio es hoy y Chile no puede quedarse fuera.
¿El futuro y crecimiento de Abermarle en Chile está supeditado al resultado que pueda tener la empresa en este arbitraje con Corfo?
– No. Chile es un lugar muy importante para Albemarle, pero somos una empresa global, y siempre estamos analizando el comportamiento del mercado y las oportunidades para poder hacer frente a la alta demanda de un producto altamente especializado como el que producimos. (Fuente: La Tercera)