- Por Álvaro Merino, director ejecutivo de Núcleo Minero.
Nuestro país tiene actualmente una ventaja competitiva en la extracción y procesamiento de litio. En el Salar de Atacama están las mayores y mejores reservas de litio. Las salmueras ahí poseen altas concentraciones de mineral, una relevante ventaja competitiva respecto de otras regiones del mundo. A esto se suman bajos costos de procesamiento, debido a su muy buena distribución de iones. Asimismo, tiene excelentes índices de evaporación y permite operar todo el año debido a sus excepcionales condiciones climáticas. Todo esto, junto a la cercanía de los puertos, lo sitúan como la fuente más relevante para obtener litio a nivel mundial
Chile tiene las mayores reservas de litio del planeta que, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos alcanzan al 36%. Considerando las excepcionales características de Chile en la producción de litio, Chile debería difundir estas características junto con promover, incentivar, agilizar y no dilatar la inversión.
En síntesis, Chile requiere explotar este recurso y aprovechar sus ventajas competitivas, para lo cual es indispensable la inversión oportuna que le permita acceder a los beneficios que otorga la creciente demanda. A este respecto, el gobierno informó que los salares de Atacama y Maricunga se desarrollarán con participación mayoritaria de Codelco.
Con Contratos Especiales de Operación de Litio (CEOL), Codelco en el salar de Pedernales y Enami en el salar de Alto Andinos. Los salares protegidos abarcarán el 33% de la totalidad de los salares y los restantes salares que, de acuerdo con lo informado, alcanzarían a 26, licitados a privados. Por cierto, los salares con mayor potencial serán explotados con participación mayoritaria de empresas del Estado.
EMPRESAS ESTATALES
No obstante, llaman profundamente la atención las declaraciones del vicepresidente ejecutivo de Corfo, quien señaló que, tanto Codelco como Enami no saben nada de litio. Sin embargo, serán precisamente estas empresas las encargadas de desarrollar los salares con mayor potencial. A lo anterior se agrega que, ambas empresas estatales enfrentan una crítica situación financiera. Vamos viendo: Codelco registró, al 31 de diciembre de 2023, pérdidas por US$591 millones, pasivos por US$36.000 millones y su patrimonio llegó a US$11.000 millones, de modo tal, que la razón de endeudamiento es 3,2. Es decir, por cada peso de patrimonio tiene 3,2 de pasivos. En el sector privado, en tanto, por ejemplo, Escondida, Collahuasi y Pelambres, esta relación es inferior a 1, fluctúa entre 0,6 y 0,8, esto quiere decir que el patrimonio es substancialmente superior a los pasivos y tienen un nivel de endeudamiento sano.
Este nivel de endeudamiento significó que las clasificadoras de riesgo Moody’s, S&P y Fitch rebajaran la calificación internacional de Codelco durante 2023, de modo tal que, a la compañía se le encarece el costo de endeudarse en el mercado financiero.
Enami, por su parte, registró pérdidas por US$201 millones, los pasivos alcanzan a US$1.105 millones, mientras que el patrimonio llega a US$124 millones. La razón de endeudamiento es 8,9, esto es, por cada peso de patrimonio tiene 8,9 de pasivos. Una compañía privada en este escenario financiero no estaría en la UTI, sino que en el cementerio.
Entonces cabe preguntar, ¿estas empresas están preparadas financieramente para abordar los desafíos que demanda el desarrollo del litio? ¿Tienen las competencias técnicas para el desarrollo urgente del litio que el país requiere?
Considero que, como país, en esta relevante materia se debe dar un paso más allá y liberalizar el litio, esto es, otorgar el mismo tratamiento jurídico que tienen otras sustancias mineras, como cobre, hierro, oro, etc., en otras palabras, el litio debe ser concesible.
INTERROGANTES
Recordemos que, de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, el litio no es una sustancia susceptible de concesión, debido a que se consideró un elemento estratégico, es decir, esencial y de importancia decisiva para el desarrollo y, además, como un elemento clave para la fusión nuclear. No obstante, se debería adecuar la legislación para que el sector privado pueda acceder libremente a estos recursos, porque no hay nada más estratégico para nuestro país que incrementar su riqueza y aumentar su actividad económica, con el fin de disminuir la pobreza y acercarnos al umbral del desarrollo, pues ello va en directo beneficio de todos los habitantes de nuestra nación.
Por tanto, creo oportuno hacer las siguientes preguntas: ¿La minería habría contribuido, en las últimas tres décadas, como lo hizo, a cambiar el rostro a Chile sin concesiones mineras? ¿El sector privado habría incrementado su producción de cobre desde 400 mil toneladas el año 1990 a 3.900.000 toneladas el 2023, sin concesiones mineras?
La respuesta es clara, precisa y concreta, no. Sin concesiones mineras, Chile sería otro país, Chile tendría otro rostro. Si no actuamos oportunamente, Chile continuará perdiendo importancia en este mercado y no se beneficiará del aumento de la creciente demanda