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El “Big Bang” de los datos acelera su expansión y ya es imparable
- Por Marco Alfaro, Director Ejecutivo de ACT S.A.
Es innegable el imparable y explosivo avance de la industria de Data Centers a nivel mundial, que en Chile repercute visiblemente con un aumento sostenido de las inversiones para la instalación y operación de este tipo de infraestructuras. Tal es así que el país ha lanzado un Plan Nacional para atraer más proyectos por US$ 4 mil millones y superar los 50 Centros de Datos de aquí al 2030.
Estamos ante una muestra palpable de que entramos en una fase que podríamos calificar como “la era de la fiebre de los datos”, si hacemos una metáfora con uno de los más conocidos fenómenos de productividad y economía de hace poco menos de dos siglos atrás, y que vimos en torno al oro.
Son muchos los motores que entran en juego, gatillando y acelerando un verdadero “Big Bang” de los datos. Algunos que podemos destacar son el crecimiento exponencial de la Inteligencia Artificial, la Nube, el desarrollo de Apps digitales, la Internet de las Cosas, dispositivos móviles conectados, las redes sociales, entre otros.
El Poder de los datos en la economía digital
Los datos han emergido como uno de los recursos más valiosos en la economía digital. En un mundo cada vez más interconectado, la capacidad de recolectar, almacenar, analizar y utilizar información de manera estratégica se ha convertido en un factor decisivo para la innovación, la competitividad y el crecimiento económico de las organizaciones y de los países.
Vivimos en una época donde la producción de datos alcanza cifras sin precedentes. Cada interacción en redes sociales, cada transacción en línea y cada dispositivo conectado a Internet genera una cantidad masiva de información.
Según estimaciones de IDC, el volumen de datos globales podría alcanzar los 175 zettabytes para 2025, que es 40 veces más de lo que había hace poco más de una década, reflejando el papel central que juegan en la vida cotidiana y los negocios.
Datos como activo estratégico en las organizaciones
Los datos permiten a las empresas comprender mejor a sus clientes, optimizar procesos y tomar decisiones informadas. Plataformas digitales como Amazon, Google y Facebook han demostrado cómo la gestión eficiente de datos puede traducirse en modelos de negocio altamente rentables. Estas empresas no sólo almacenan información, sino que la analizan para predecir tendencias, personalizar servicios y mejorar la experiencia del usuario.
En sectores como la salud, los datos están impulsando avances significativos, desde hacer más eficiente la gestión de pacientes, diagnósticos más precisos hasta tratamientos personalizados. En el ámbito financiero, el análisis de datos permite detectar fraudes en tiempo real y ofrecer servicios adaptados a las necesidades individuales de los clientes.
Impacto económico
El uso estratégico de los datos no sólo beneficia a las empresas, sino que también tiene un impacto positivo en la economía en general. Al mejorar la eficiencia operativa, las organizaciones pueden reducir costos y aumentar la productividad. Además, la innovación basada en datos puede generar nuevos mercados y oportunidades laborales.
Sin embargo, esta dependencia de los datos también plantea desafíos importantes. La concentración de información en manos de unas pocas empresas tecnológicas genera preocupaciones sobre la competencia y el monopolio. Asimismo, la privacidad y la seguridad de los datos son temas críticos que requieren un enfoque regulatorio adecuado.
Retos y oportunidades
Es crucial establecer marcos éticos y legales para garantizar que el uso de los datos sea justo, transparente y respetuoso con la privacidad. Iniciativas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea son pasos importantes hacia un uso responsable de la información.
Además, la democratización del acceso a los datos puede nivelar el terreno de juego, permitiendo que pequeñas y medianas empresas también se beneficien de este recurso. Esto requiere de inversiones en infraestructura digital, capacitación en habilidades tecnológicas y políticas que fomenten la innovación inclusiva.
En la economía digital, los datos son mucho más que un subproducto de la actividad humana. Son el motor que impulsa el progreso y la transformación. Para maximizar su potencial, es fundamental equilibrar la explotación económica de los datos con la protección de los derechos individuales y colectivos.
Sólo entonces podremos construir una economía digital más justa, sostenible y próspera para todos.