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Digitalización en Minería: clave para despejar incertidumbres
La minería en Chile tiene desafíos muy puntuales a causa de la volatilidad, ya sea por la variación de la demanda de los mercados internacionales o por el fluctuante precio de minerales como el cobre. Despejar incertidumbres es clave y para ello la digitalización es una herramienta muy útil, sobre todo por su capacidad de maximizar la eficiencia en la gestión de operaciones mineras.
Al respecto, la consultora británica Vanson Bourne entrega cifras: 70% de las 100 mineras más grandes del mundo cree que en el corto plazo el Internet de las Cosas (IoT) será una ventaja competitiva en el rubro. Y este nuevo paradigma también ha cosechado frutos en nuestro país.
En los últimos cinco años el Data Analytics ganó terreno como elemento estratégico en la industria, pues permite definir la efectividad de diversos proyectos. Sin embargo introducir modernas tecnologías o softwares de gran precisión no basta: también es necesaria la interpretación de datos. Bien aplicada, la interpretación de la información puede mejorar las decisiones sobre la cadena productiva, incluyendo desde la extracción de minerales hasta llegar al producto final.
Hoy los proveedores de servicios mineros enfrentamos el desafío de mejorar la comunicación con los clientes. En ese terreno existen centros integrados de operaciones que disponen de modernas plataformas tecnológicas, pero su aplicabilidad y efectividad depende en gran medida de cómo somos capaces para redefinir los procesos, todo desde una visión customizada y teniendo como base las necesidades de las faenas mineras.
En términos de resultados, una correcta interpretación de la data proporcionada por los sistemas de monitoreo se traduce en mayores índices de seguridad. Por ejemplo, en tiempo real se pueden identificar espacios de eficiencia, pero también se evita riesgos para operadores como la exposición innecesaria de personas en terreno o la sobreexigencia de equipos.
Realizar una correcta interpretación de los datos, en tiempo real, también facilita la revisión de procesos mineros que podrían estar impactando en la cadena productiva. A partir de información precisa y oportuna estas correcciones permitirían mejorar tales procesos. Por tal motivo, la tecnología se presenta como un complemento a la labor interpretativa.
Los centros integrados de operaciones están compuestos de tecnologías, sistemas, conocimiento experto y plataformas, pero estos también tienen que sustentarse en la capacidad para transformar los procesos de los clientes mineros. La innovación es complementaria a los encuentros presenciales que finalmente redefinen los procesos, desde una perspectiva customizada. Ser capaz de transformarnos es clave, más aún si se hace en conjunto con los clientes.
La introducción de tecnologías como el big data, la ciberseguridad, la inteligencia artificial y los procesos de Business Intelligence son esenciales para la conformación de la Minería 4.0, pero aquellos avances no pueden estar desconectados de los clientes mineros, de procesos de transformación sistematizados en el tiempo. Ahí está presente la verdadera disrupción de este nuevo mundo: la integración de la innovación con el cambio cultural y de gestión que hoy están enfrentando los protagonistas de este sector, clave para el crecimiento del país.