- Por Ana Salazar Ríos, Presidenta Women in Mining Chile
El pasado 22 de octubre asumí el liderazgo de Women in Mining Chile junto a las nuevas directoras. La oportunidad de continuar el trabajo desarrollado por la organización hasta hoy es un gran desafío que asumo con el compromiso de seguir construyendo sobre lo que ya se ha hecho.
Recibir este cargo después de haber sido socia activa desde 2019 representa una gran responsabilidad. Agradezco al directorio anterior por sus iniciativas realizadas que han acercado a la comunidad y a las mujeres a una industria en que representan el 15,5 por ciento de la fuerza laboral en empresas mineras.
El trabajo realizado por WIM Chile incluye el “Estudio Mujer y Minería 2022: Barreras y desafíos para la incorporación y desarrollo de la mujer en la industria minera,” liderado por la experta en género Carla Rojas Neculhual. El estudio nos permite contar con información que hemos puesto a disposición de la comunidad para derribar mitos y generar mejoras que apoyen nuestro objetivo de incorporar más mujeres en minería.
Por ejemplo, gracias a esta investigación que contó con la participación de más de mil trescientas mujeres quienes participaron en encuestas y grupos focales, podemos afirmar con datos que el 43% de las mujeres que se desempeñan en la industria cuentan con un postgrado. ¿Es posible entonces aceptar que sigamos diciendo o pensando que no hay mujeres preparadas para ejercer roles de alta gerencia?
El estudio también nos indica que las principales motivaciones para trabajar en la industria son la esperanza de un salario mejor que el promedio en otros sectores económicos. Al mismo tiempo, la investigación también muestra las razones de deserción y la preocupación por la discriminación de género, la falta de valoración que viven a nivel profesional, la inexistencia de un plan de desarrollo de carrera y el desafío de compatibilizar la vida laboral y familiar, cuando las mujeres son responsables del cuidado de personas, que pueden ser sus hijos u otros familiares.
Algunos de los retos señalados por las participantes no son ajenos a mi experiencia personal al inicio de mi carrera. Yo también golpeé puertas y busqué mis propias oportunidades en una industria en que los espacios de trabajo no estaban preparados para recibirnos. Hoy, tengo un cargo de liderazgo y siento gran orgullo. Sin embargo, esto ha sido posible gracias a agregar una importante dosis de valentía y resiliencia y quiero que, en el futuro, esto sea distinto.
Mi objetivo es que, a través de un trabajo conjunto entre los actores del sector público y privado, avancemos hacia una industria donde las mujeres se sientan valoradas, seguras y respetadas, que tengan espacios y oportunidades de crecer y desarrollarse profesionalmente, que se reconozca su aporte en toda la cadena de valor de la industria minera que es el sector de la economía más importantes de nuestro país.
Queremos seguir avanzando y demostrar que en nuestro país lograremos hacer una minería sustentable, en equidad y con talento femenino. Este es nuestro compromiso y les invitamos a ser parte de él. (Fuente: Corporación Alta Ley)