Conflicto en Los Pelambres: Minera llega a acuerdo con tres comunidades del Choapa, pero paraliza actividad

• Con el delegado presidencial Rubén Quezada como mediador, las localidades de Coirón, Punta Nueva y Jorquera, llegaron a un acuerdo con la empresa minera y despejaron uno de los puntos de la ruta que tenían tomada desde hace dos semanas, pero no se llegó a acuerdo con comunidad de Tranquilla y la empresa determinó paralizar actividades.

Complejo ha sido el panorama de las últimas dos semanas en la comuna de Salamanca debido a los cortes de ruta que vecinos de diferentes localidades del territorio han mantenido desde inicios de mes. Y es que la rotura del concentraducto que traslada el concentrado de cobre desde Minera Los Pelambres hasta el puerto de embarque en Los Vilos, registrada el 31 de mayo pasado, generó la protesta de decenas de vecinos de localidades aledañas que exigieron una respuesta a la empresa ante el daño generado. El diario El Día ha estado en terreno cubriendo los detalles de este conflicto que afecta a una las faenas mineras más importantes del país. De diversas ediciones de este medio se prensa hemos recopilado la información que publicamos y compartimos con nuestros lectores.

Si bien, en principio, la empresa se ocupó de limpiar rápidamente el derrame, manteniendo un monitoreo constante de la zona afectada, y logró llegar a acuerdo con los vecinos de la localidad de Llimpo para bajar las manifestaciones, ello no ocurrió con el resto de las localidades de la zona, manteniéndose y extendiéndose de esta manera, los cortes en la ruta que lleva a Los Pelambres.

Desde la delegación presidencial –organismo encargado de la coordinación de los servicios públicos y de la seguridad y orden público – se encomendó a las seremis de Trabajo y Minería trasladarse a la zona para intentar monitorear el conflicto y generar así, presencia del Estado en el lugar, pero los cortes de ruta se mantuvieron durante varios días debido a la negativa de los pobladores a bajar estas acciones mientras sus demandas no fueran escuchadas.

Así, se llegó al día jueves, cuando el delegado presidencial, Rubén Quezada, decidió viajar a Salamanca para dialogar directamente con los pobladores y representantes de la empresa y servir de puente para lograr un acuerdo entre ambas partes. De esta forma, la autoridad, acompañada por un gabinete regional, fue recorriendo localidad tras localidad hasta que se lograra un acuerdo a los temas que dieron a origen a las manifestaciones y se bajaran así, los cortes.

SOLUCIONES EN TERRENO

Finalmente, tras dos días de recorrido, este viernes salió humo blanco de las localidades movilizadas: Coirón, Punta Nueva y Jorquera, fueron las comunidades en que vecinos y la empresa pudieron llegar a acuerdos, quedando sólo la localidad de Tranquilla con movilizaciones activas.

Al final de la jornada, el delegado presidencial, Rubén Quezada, manifestó que desde el mismo día de la rotura del concentraducto “hemos estado presente junto a la comunidad. Nuestra delegada provincial estuvo en terreno con soluciones a los temas que dieron origen a esta protesta, y se logró establecer puente de diálogo en un conflicto originado por un privado”, afirmó.

CONVERSACIONES NO LLEGAN A PUERTO

Pese a que en las conversaciones del viernes (en la imagen) se logró obtener buenos resultados, este sábado el diálogo llegó a un punto muerto, ante lo cual se deberá definir una nueva fecha para sentarse a conversar.

La jornada partió temprano en la mañana en la localidad de Tranquilla, comuna de Salamanca, a donde llegaron los representantes de Pelambres, el delegado presidencial, Rubén Quezada –que actúa como “puente” entre ambos-, y los vecinos de las comunidades que aún siguen en movilización: Batuco, Cuncumén y la propia Tranquilla.

Como cada comunidad traía su propio petitorio, las conversaciones se extendieron hasta la noche del sábado, lo que demoró llegar a alguna solución. Pero lo que realmente fue el gran obstáculo de la jornada –y que a la larga motivaría la caída de esta ronda de negociaciones- fue la exigencia, por parte de los vecinos, de una indemnización a la empresa por los años de impactos negativos en el medio ambiente que señalan, ha provocado la firma en aquel territorio, en especial, producto del polvo y del material particulado expulsado al entorno.

Según fuentes que estuvieron presentes en la reunión, los montos exigidos fueron variables, pero tomaban como periodo a considerar, los efectos medioambientales y en la salud de la población registrados en al menos las últimas dos décadas en la zona.

Pelambres por su parte, rechazó esta exigencia, afirmando que es inviable generar un mecanismo de compensación o indemnización, pues ello corresponde a una decisión que se definiría extrajudicialmente. Es así como la reunión llegó literalmente a un punto muerto, por lo que ambas partes dieron por finalizada esta instancia y descartaron que las negociaciones continuaran este domingo.

FAENAS PARALIZADAS

Cabe recordar que esta semana, uno de los grandes temores que existía en torno a este conflicto era la virtual paralización de la actividad en Mina Los Pelambres, debido a la imposibilidad de subir hasta las faenas debido a los cortes de ruta. Algo que finalmente ocurrió según comentó hace un par de días el presidente de la Federación N°1 de Empresas Colaboradoras de Minera Los Pelambres (empresas contratistas), Christian Madrid, quien afirmó que, en la medianoche del jueves, “Pelambres mandó una carta a todas las empresas contratistas en que anunció que se detiene la operación por ‘fuerza mayor’. Por lo tanto, bajó toda la poca gente que había arriba y quedó un mínimo de dotación, sólo para mantener los equipos, pues la mina no puede operar ya que no tiene petróleo ni otros insumos”.

A juicio de los trabajadores, ello impactará sí o sí en los empleos que genera la minera, pues aseguran que la pérdida de una gran cantidad de puestos de trabajo sería un golpe no solo a la economía regional, sino nacional.

A esto se suma, además, la presión de parte de actores políticos y empresariales sobre las autoridades regionales, concretamente sobre la figura del delegado presidencial, Rubén Quezada, para utilizar sus atribuciones legales y ocupar la fuerza pública para despejar la ruta.

“De la misma manera que lo hemos dicho y hecho en situaciones anteriores, cuando se agota el diálogo, no tenemos complejos con usar todas las herramientas que nos otorga el estado de derecho para hacer funcionar nuestra región”, manifestó Quezada este viernes al ser consultado sobre el tema. Por mientras, sólo se tiene certeza de que la negociación seguirá cuando ambas partes en conflicto indiquen una nueva fecha para volver a conversar. En tanto, el corte de ruta en Tranquilla se mantendrá. (Fuente: Diario El Día, varias ediciones, Editado para www.guiamineracl)