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Compromiso Constante con la Prevención y el Bienestar Laboral
- Por Frank Fernández G., Jefe Prevención de Riesgos Dercomaq Spa. //

La seguridad laboral no debería recordarse solo cuando ocurre un accidente. En el marco del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, es clave poner sobre la mesa una conversación que muchas veces se posterga: cómo estamos cuidando realmente a las personas dentro de sus espacios de trabajo. Esta fecha no es un acto simbólico, sino una invitación a revisar con honestidad nuestras prácticas, prioridades y cultura organizacional.
En los últimos años, ha quedado claro que la seguridad laboral no puede centrarse únicamente en la reacción frente a los incidentes. Si bien los indicadores tradicionales, como la accidentabilidad, siguen siendo importantes, el verdadero progreso está en la capacidad de anticiparnos a los riesgos y en la consolidación de una cultura organizacional en la auto-responsabilidad y el respeto por la vida.
En Chile, según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), durante 2024 se registraron 143.199 accidentes con una accidentabilidad del 2,48% el 2023 se registraron 149.854 accidentes del trabajo, lo que representa una tasa de accidentabilidad del 2,6%. Aunque estos datos muestran una tendencia a la baja, siguen siendo un llamado urgente a la acción.
Hoy más que nunca, la gestión de la seguridad debe ser proactiva, transversal y sostenida en el tiempo. Esto implica que cada persona, sin importar su cargo o área, tenga un rol activo y responsable en la prevención y en la construcción de entornos de trabajo seguros y saludables.
El desarrollo de herramientas como encuestas de percepción, diagnósticos participativos o programas de liderazgo visible permite conocer mejor las realidades internas y avanzar con decisión en planes de mejora continua. La cultura de seguridad no se impone, se construye con todas las personas, con convicción y coherencia en su actual
En este 2025, el desafío sigue siendo avanzar hacia organizaciones donde la seguridad no sea solo un valor declarado, sino una práctica cotidiana. Promover el aprendizaje organizacional, fortalecer la confianza y garantizar condiciones laborales adecuadas son pilares esenciales para lograrlo.
Los nuevos cambios normativos que hemos experimentado en Chile representan, sin lugar a dudas, una excelente oportunidad para que todas las empresas de nuestro país puedan alcanzar estándares de seguridad que nos permitan salvaguardar la integridad de todos los trabajadores. Esto implica esfuerzos tanto de las empresas como de los trabajadores, lo cual, en muchos casos, puede ser complejo de abordar. No obstante, no debemos perder de vista que estas medidas buscan el bienestar de nuestras personas trabajadoras y que nuestras compañías sean más productivas.
La seguridad y la salud en el trabajo no son una meta, sino un camino que exige compromiso permanente. Sigamos recorriéndolo juntos, con responsabilidad, empatía y visión de futuro.