- Por Alonso Fernández, Gerente de Finanzas de Madeco by Nexans y líder de sustentabilidad para la región Andina de Nexans.
En momentos en que la sustentabilidad se ha convertido en una urgencia, es fundamental encontrar herramientas y soluciones para impulsar un mundo más amigable con el medioambiente. En este contexto, el cobre representa una gran oportunidad, ya que tiene un alto potencial para fomentar diversas áreas de desarrollo sustentable. Y Chile puede convertirse en protagonista.
En primer lugar, este metal tiene un altísimo potencial de reciclabilidad. Cada año, cerca de un tercio de la demanda del cobre se cubre gracias al reciclado. De hecho, de acuerdo con Copper Alliance, de los 550 millones de toneladas producidas desde 1900, se estima que dos tercios se mantienen en uso productivo hoy en día. Al año, se reciclan 9 millones de toneladas de cobre a nivel mundial, lo que significa que alrededor del 35% de la demanda de este metal se entrega a través de material reciclado.
En segundo lugar, el cobre es un material muy eficiente desde el punto de vista energético. Para transitar hacia la energía limpia, existen tres pilares fundamentales: energía renovable, electromovilidad y eficiencia energética. Y en todos ellos el cobre es clave. El metal rojo tiene un importante rol en la reducción de emisiones CO2, ya que su uso en motores, cables y transformadores se traduce en ahorro energético. De hecho, todas las energías más limpias y los artículos que tienen mayor eficiencia energética lo utilizan. Esto se debe a la capacidad superior de conductividad que tiene el cobre, lo que permite que los productos finales que lo contienen operen más eficientemente. A lo largo del ciclo de vida de estos productos, se consumirá menos energía y habrá menos emisiones de efecto invernadero.
Otro aporte que puede hacer el cobre para alcanzar los objetivos de sustentabilidad se relaciona con la limpieza de las aguas. Este metal tiene un importante rol en la acuicultura, ya que permite mantener las aguas limpias y las aleaciones de cobre son antimicrobianas, es decir, destruyen bacterias, virus, y otros microbios, lo que permite preservar la vida de la fauna y fomentar su crecimiento.
Diferentes estudios han concluido que la demanda de cobre crecerá de forma importante hacia el año 2040, principalmente por la transición energética y la electromovilidad. Ante esto, Chile tiene una oportunidad única no solo de aumentar sus ingresos, sino que también de ayudar a impulsar una economía más sustentable.