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CEO de Los Andes Copper: “Vizcachitas puede contribuir a elevar el PIB regional en más de un 3%”
- Santiago Montt revela detalles de uno de los proyectos greenfield más importante que tiene Chile hoy en carpeta, con una inversión inicial de capital cercana a los US$2.800 millones y con una vida útil de al menos 26 años.
Es probablemente uno de los pocos proyectos greenfield que Chile tiene hoy en carpeta, sin embargo, el proyecto Vizcachitas ubicado a 1950 mt/snm de altitud; a 46 kilómetros del centro de Putaendo (Provincia de San Felipe), ha debido enfrentar la férrea oposición de grupos que esencialmente se oponen a la minería. “Son grupos muy minoritarios, pero que son muy ruidosos en los medios y eficientes en la tramitación de recursos judiciales”, afirma Santiago Montt, CEO de Los Andes Copper, empresa canadiense dueña del proyecto que considera una inversión inicial de US$ 2.800 millones para una vida útil de 26 años.
“Hablamos de una iniciativa de clase mundial no solo por tamaño, sino más importante aún, porque en el diseño de prefactibilidad hemos incorporado estándares tecnológicos y ambientales que dan cuenta de una nueva forma de hacer minería”, resalta el ejecutivo chileno.
Este proyecto “tiene la vocación de convertirse en un motor de desarrollo sostenible para la Provincia de San Felipe y la Región de Valparaíso”, dice Montt en entrevista con Boletín Minero, la que reproducimos por gentileza de SONAMI.
¿Cuál es la importancia de Vizcachitas?
Vizcachitas es uno de los proyectos greenfield más importantes que tiene Chile hoy en carpeta. Se trata de un proyecto de clase mundial, con una inversión inicial de capital cercana a los US$2.800 millones y con una vida útil de, al menos, 26 años.
Una operación minera como Vizcachitas, que considera producir un poco más de 180.000 toneladas de cobre fino durante sus primeros ocho años, tiene la vocación de convertirse en un motor de desarrollo sostenible para la Provincia de San Felipe y la V Región. Nuestra industria, como ninguna otra, genera prosperidad y oportunidades en el corto, mediano y largo plazo, y nosotros en Vizcachitas estamos comprometidos con llevar esa prosperidad y oportunidades a los habitantes de la comuna, de la provincia y de la región.
UNA INICIATIVA DE CLASE MUNDIAL
Santiago Montt releva: “Hablamos de una iniciativa de clase mundial no solo por tamaño, sino más importante aún, porque en el diseño de prefactibilidad que publicamos en abril de este año hemos incorporado estándares tecnológicos y ambientales que dan cuenta de una nueva forma de hacer minería: más verde, de futuro, comprometida con una producción que reduzca los impactos y genere externalidades positivas en empleo, desarrollo de proveedores y los servicios, entre otros múltiples aspectos”.
¿Es el proyecto greenfield más importante que tiene Chile?
Sin duda. Diría que es el proyecto más importante que no es propiedad de alguna de las grandes mineras.
Primero, por dimensiones geológicas. Hablamos de un depósito de gran tamaño. En nuestro PFS (estudio de prefactibilidad) hemos demostrado recursos medidos e indicados por 14.801 millones de libras de cobre equivalente, e inferidos por 15.444 millones. Las reservas mineras probadas y probables ascienden a los 10.889 millones de libras de cobre equivalente[1]. Y dado que el depósito sigue abierto en profundidad y también hacia el este y el oeste, esperamos que estos números sigan creciendo en un futuro cercano.
Segundo, por el tamaño y capacidad de procesamiento. Se trata de una planta con una capacidad de 136.000 tpd, y con una producción anual promedio durante sus 26 años de 152.883 toneladas de cobre fino. Tercero, por la robustez de los resultados económicos y financieros. El valor presente neto de Vizcachitas es de cerca de US$2.800 millones, y la tasa interna de retorno es del 24%. Esto sobre la base de un precio del cobre de US$3,68 la libra, del molibdeno de US$12,9 la libra, y de la plata de $21,79 la onza.
Ahí también reside su importancia. Somos una empresa canadiense, listada en la bolsa de valores de Toronto (TSX-V). El avance y tramitación del proyecto está siendo seguida con atención por inversionistas canadienses y de otros países, que están muy interesados en participar en el desarrollo de la industria minera del país. Acá no nos damos mucha cuenta, pero el mundo entero está atento a ver cómo Chile aprovecha con responsabilidad la oportunidad histórica que tiene por delante, y confirma su liderazgo como país minero. Hay muchas expectativas. Somos el país con las reservas más grandes de cobre y litio, minerales fundamentales para la transición hacia una economía descarbonizada.
ETAPA DEL PROYECTO
¿En qué etapa se encuentra actualmente el proyecto?
En abril de este año dimos término al estudio de prefactibilidad (PFS) del proyecto. Como es sabido, los procesos de inversión en la minería son prolongados y requieren de mucho análisis, partiendo por estudios conceptuales, siguiendo por prefactibilidad para luego hacer factibilidad.
Nuestros planes actuales son optimizar nuestros estudios de prefactibilidad, especialmente sobre la base de sondajes adicionales de exploración e infill que esperamos implementar prontamente. Asimismo, hemos contratado a la firma internacional ERM para realizar un análisis estratégico en torno a la elaboración del estudio de impacto ambiental, definir los estudios de líneas-bases y de medidas de compensación y conservación ambiental.
Este es el puntapié inicial para así poder trabajar luego en paralelo en los estudios de factibilidad y de impacto ambiental, y conseguir entrar a evaluación al SEIA hacia fines del año 2025 o comienzos del 2026.
LOS STAKEHOLDERS EN PUTAENDO Y SAN FELIPE
Santiago Montt también se refiere al trabajo que realiza la empresa con las comunidades de la zona. “Estamos trabajando desde ya en un intenso plan de relacionamiento para desarrollar el proyecto en conjunto con todos nuestros stakeholders comunitarios en Putaendo y San Felipe. Nuestro plan es entrar a evaluación ambiental con un proyecto que sea no solo conocido sino también ampliamente anhelado por la comunidad. Este es un trabajo que requiere tiempo y dedicación, porque se trata de crear confianzas y lazos permanentes, para lo cual tenemos un equipo comunitario con sede en Putaendo que trabaja profundamente comprometido con el futuro de la comuna y la provincia”, dice.
¿Cuáles son los niveles de inversión comprometidos y los plazos establecidos para su materialización?
De acuerdo con nuestro estudio de prefactibilidad, que fue hecho conforme a la norma canadiense 43-101, hablamos de una inversión inicial de US$ 2.800 millones para una vida útil de 26 años. Si se liberan las restricciones de la norma canadiense indicada, y se considera los recursos inferidos y posibles desarrollos subterráneos futuros como es usual en pórfidos como Vizcachitas, el life of mine se multiplica por muchos años más. Conforme a un plan optimista, la expectativa es estar produciendo el primer cobre de Vizcachitas a inicios de la próxima década.
¿Cuáles han sido los principales inconvenientes que ha tenido el proyecto, especialmente en materia ambiental y de relación con la comunidad de Putaendo?
Somos un proyecto greenfield. Y en Chile hace un rato que no se hacen proyectos de esta naturaleza, solo ampliaciones de operaciones existentes.
Como en toda iniciativa, especialmente una greenfield, hay siempre minorías que se oponen existencialmente a la minería. Grupos pequeños a quienes no les interesa el desarrollo sostenible, sino más bien el decrecimiento. Tienen reparos y se oponen a los proyectos mineros, y lo hacen en todas las sedes y ejerciendo todos los recursos.
Pero la comunidad piensa distinto. A la amplia mayoría en Putaendo y San Felipe le preocupa la prosperidad y el bienestar de sus familias y sus comunidades. Quieren minería y los beneficios que ella trae –trabajo, encadenamientos productivos, responsabilidad social empresarial, etc.–, pero exigen que sea realizada de manera sostenible. Con agua desalada, sin impactos en el uso del agua continental, con máximo cuidado por la biodiversidad.
El caso de Putaendo es muy notable, porque el aporte de la minería, en conjunto con la agricultura, están reconocidos en el propio himno de la comuna: “El minero continuó junto al noble labrador a forjar un futuro mejor”. La minería no desplaza a la agricultura ni pone en riesgo la vocación rural del valle, sino todo lo contrario, somos aliados estratégicos para forjar ese futuro mejor del que habla el himno. Estamos muy contentos en ese sentido de poder continuar la labor ya iniciada por la Asociación Minera de Putaendo, gremio de los pequeños mineros, históricos representantes de nuestra industria en la comuna.
Por eso estamos confiados en que el desarrollo de Vizcachitas será beneficioso para la comuna, la provincia y la región, porque tiene un estándar tecnológico de avanzada, que no afectará de manera alguna los problemas endémicos de la zona, como es, por ejemplo, la falta de agua, ya que utilizaremos agua desalinizada que trasladaremos hasta la operación.
OPOSICIÓN DE GRUPOS MINORITARIOS
Ha habido presiones tanto de autoridades como de la ciudadanía para que el proyecto no se materialice. ¿Cómo están abordando esa contingencia?
Como decíamos antes, se trata de grupos muy minoritarios, pero que son muy ruidosos en los medios y eficientes en la tramitación de recursos judiciales.
Asimismo, no tenemos duda alguna que la gran mayoría quiere minería responsable y sostenible. Ahora bien, eso no significa que el desafío sea simple o fácil. Las empresas que nos dedicamos a los proyectos de inversión debemos trabajar con la comunidad, co-construir con ella, y materializar proyectos que sean respetuosos con el medio ambiente y de las preocupaciones sociales. De lo contrario, no hay licencia social y sin ella, imposible hacer un proyecto.
En Vizcachitas este desafío lo abordamos no sólo con seriedad y responsabilidad, sino con pasión. Cumplimos cabalmente con las exigencias legales en la tramitación del proyecto, nos asesoramos con los mejores expertos en temas ambientales, sociales y técnicos y colocamos toda la información a disposición de las autoridades competentes y de la comunidad. Pero más importante, nuestro equipo de comunidades –en el cual me incluyo y trabajo directa y personalmente un día por semana– está permanentemente trabajando en informar e implementar programas de relacionamiento comunitario.
Estamos abiertos y disponibles para explicar a quien lo desee en qué consiste el proyecto, sus impactos –como todo proyecto–, las medidas de mitigación y compensación que implementaremos y la manera en que junto con la comunidad podemos construir un círculo virtuoso. Se trata de las oportunidades de trabajos, encadenamientos productivos, responsabilidad social empresarial, y, en general, el denominado “multiplicador minero” que beneficien a todos, no solamente a quienes van a estar directamente ligados a la empresa. Hay muchas oportunidades por delante y nosotros queremos avanzar con aquellos que deseen tomarlas y mejorar así su calidad de vida.
¿Por qué diría usted que el proyecto es beneficioso para la comunidad?
La minería es el motor del desarrollo sustentable del país. Es nuestra responsabilidad como mineros comunicar esta realidad social, y hacerlo con humildad, pero con asertividad.
ELEVAR EL PIB REGIONAL
El desarrollo que el proyecto Vizcachitas puede generar en la comuna de Putaendo, Provincia de San Felipe y Región de Valparaíso es gigante. Sólo en materia de empleos, estamos hablando de 5.500 puestos de trabajo en la fase de construcción, y luego 1.200 de forma permanente a nivel de operación, sin contabilizar los miles de plazas ocupacionales que puedan surgir como parte de los servicios anexos, las empresas proveedoras y los nuevos negocios creados en torno a una actividad económica potente. “Estimamos que Vizcachitas puede contribuir a elevar el PIB regional en más de un 3%”, enfatiza Santiago Montt.
El impacto multiplicador del proyecto minero en la economía regional ha sido estudiado académicamente y es posible determinar los impactos sociales de este mismo. “Nosotros le encargamos al profesor Juan Ignacio Guzmán, de la Facultad de Ingeniería de la PUC, que hiciera una evaluación social del proyecto, incluyendo los impactos sociales directos e indirectos. Un proyecto como Vizcachitas, con un valor presente neto de US$2. 800 millones dólares generan más de US$13,7 mil millones de dólares en valor de beneficio social neto. ¡Eso es ser motor de desarrollo sostenible!”, dice entusiasmado.
Hoy estamos trabajando mucho en una de las preocupaciones centrales que nos ha planteado la comunidad: el riesgo que el beneficio social quede en manos de personas “de afuera” y no en los habitantes actuales de la región. Es una preocupación legítima y hacerse cargo de ella requiere de una planificación conjunta de la empresa con distintos stakeholders locales.
Con ese objetivo ya estamos trabajando con el Liceo Mixto y el Liceo Industrial de San Felipe y la Fundación Chile –los que más saben de educación minera en Chile– en la formación de capital humano entre los jóvenes, para que cuenten con las competencias necesarias para trabajar en minería hacia el fin de esta década. Lo bueno es que hay tiempo y podemos por ello lograr las metas que nos propongamos. Lamentablemente, el alcalde de Putaendo nos ha cerrado las puertas, aunque nosotros no nos cansaremos de seguir invitándolo a subirse al carro de soñar un Putaendo con más educación, sueños y oportunidades, especialmente para su juventud. Los vecinos de la comuna quieren ser parte del futuro y mejorar la condición económica en que actualmente se encuentran. A ellos no les podemos fallar y trabajaremos juntos por el desarrollo local.
Esa mirada la estamos replicando en todo orden de cosas, con participación activa de las mujeres, porque cometeríamos un grave error si desperdiciamos el talento y las habilidades que existen en la región, completamente necesarias y compatibles con la minería moderna que vamos a desarrollar. Desde ya, estamos trabajando en un programa muy potente de mujeres emprendedoras, para movilizar el talento y la fuerza motivacional de quienes quieren un futuro mejor para Putaendo.
EXCESIVOS TIEMPOS DE TRAMITACIÓN
¿Cómo han vivido en carne propia la excesiva y extensa tramitación que están viviendo los proyectos mineros?
Compartimos lo que ha señalado Jorge Riesco, presidente de SONAMI, a quien agradecemos el apoyo a nuestro proyecto, que conoció en una reciente visita a Putaendo. Nosotros no estamos porque las regulaciones desaparezcan y que hagamos cualquier minería. Todo lo contrario, las reglas claras y las exigencias precisas dan confianza y certeza de que las inversiones son las adecuadas y responden a lo que el país y la comunidad necesita.
Chile necesita un sistema de permisos que sea más estable y de más rápida tramitación, sin sacrificar estándares de protección ambiental. Eso se puede hacer. Es cosa de mirar a Australia y Canadá. Además, necesitamos modificar las normas de finanzas públicas para que mayores beneficios fiscales lleguen a los municipios, de manera que los alcaldes no se dediquen a perseguir la inversión –como ocurre mucho hoy– sino, más bien, a atraerla en beneficio de los habitantes de la comuna. Este último punto no ha sido discutido en la agenda pública y es igual o más importante que el primero.
En etapa de exploración, nosotros no hemos estado exentos de complejidades en materia de permisos. Hemos tenido que sortear diversas instancias y cuestionamientos, y hasta aquí lo hemos logrado con éxito. Recientemente, logramos revocar una medida cautelar del Segundo Tribunal Ambiental que nos había suspendido el proyecto, y hoy ya podemos retornar a realizar trabajos de prospección minera.
¿Qué otros proyectos están impulsando Los Andes Copper en Chile o en la región?
Por el momento estamos con Vizcachitas, que ya es muy relevante y necesario para el país y la región. No tenemos otros proyectos en carpeta.
¿Piensa que las condiciones para llevar adelante proyectos de inversión son adecuadas en Chile o requieren una revisión?
La minería es el motor del desarrollo sostenible de Chile. Y estamos en un momento histórico único: el mundo va a necesitar más cobre para implementar la transición energética este siglo. En Chile no solo tenemos los yacimientos y las reservas, sino, más importante, los chilenos que saben hacer minería. Somos mineros, tenemos el capital humano.
Hay una oportunidad histórica y estamos en la pole position para aprovecharla. Ahora, tenemos que continuar trabajando en las condiciones sociales y ambientales para hacer realidad esa oportunidad. Personalmente, creo que Chile necesita una “Estrategia de Minerales Críticos”, que se elabore sobre la Política Nacional Minera 2050. La minería es, al final del día, una participación público-privada y requiere de la colaboración del Estado para su sano desarrollo.
Estado e industria deberíamos trabajar en línea a lo que fue la “Minería Virtuosa, Sostenible e Inclusiva” que se elaboró a iniciativa del ex Presidente Ricardo Lagos, a mediados de la década pasada. Establecer un roadmap para que Chile produzca entre 7.000 y 8.000 millones de toneladas de cobre fino, a lo menos, para el fin de la próxima década. Y luego, implementarlo con foco y disciplina.
“Soñemos en grande, seamos ambiciosos. Trabajemos por un futuro mejor para Chile, sin excusas y sin complejos. Los mineros sabemos pensar en el largo plazo”, concluye Santiago Montt. (Fuente: Boletín Minero. Sonami. Editado para www.guiaminera.cl)
[1] La fórmula que utilizamos es CuEq (%) = Cu (%) + 0.000288 x Mo (ppm) + 0.00711 x Ag (g/t).