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Avances y desafíos en seguridad minera para Chile
- Por Alfonso Domeyko, Director Nacional del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin)
El pasado 13 de octubre Chile recordó el rescate de los 33 mineros de Atacama, fecha que ha sido instaurada para conmemorar el Día Nacional de la Seguridad Minera.
A once años de este hecho, cada accidente que se genera en la industria, además de ser una tragedia para los afectados y para toda la familia minera, deja claro que aún hay importantes brechas en materia de seguridad que como país debemos abordar, especialmente en el reforzamiento de las transformaciones que permitieron generar un cambio como el que Chile ha experimentado estos años.
De acuerdo con las cifras de Sernageomin, existe una caída de aproximadamente 75% en las tasas de fatalidad, incluyendo un descenso de un 80% en la pequeña minería, lo cual es aún más interesante cuando notamos que la dotación de trabajadores ha aumentado en casi un 40% al presente año, y donde la participación femenina llega a los dos dígitos. Las tasas de accidentabilidad en la minería van en la misma línea, mostrando descensos de forma sostenida, y siendo según la Superintendencia de Seguridad Social al año 2020, la industria con menores tasas en esta materia a nivel nacional. Si comparamos a Chile con otros países mineros, según publicaciones oficiales, nuestras cifras son solo superadas por Australia.
Pero estos datos no son solo estadísticas, sino que develan que durante el transcurso de estos años se ha desarrollado una verdadera cultura de la seguridad, una forma de hacer las cosas, que a pesar de los errores o negligencias que puedan seguir generando accidentes, ha tenido por objeto poner a las personas y su seguridad como eje principal de la operación y producción minera.
El desarrollo de esta cultura de seguridad minera, de acuerdo con nuestra experiencia y de la recogida de académicos, trabajadores y ejecutivos de la minería, se sustenta en pilares que requieren de permanente apoyo para seguir creciendo.
Primero, el liderazgo y la colaboración de todos los actores mineros, cada uno desde sus respectivos frentes han permitido entender y asumir la gestión de riesgos como un eje central de la actividad. Este pilar requiere de permanente reforzamiento a través de la educación técnica y profesional, así como del enfoque de las políticas de operación de la industria.
Segundo, la innovación tecnológica en la mediana y gran minería genera un avance permanente en los procesos productivos, contando hoy con ingeniería de punta, incluyendo operaciones con procesos automatizados, con control a distancia, o a través de la incorporación de vehículos de conducción autónoma, todas funciones pioneras en el país que apuntan fundamentalmente a mejorar la producción y a evitar la exposición del riesgo a sus trabajadores.
En tercer lugar, creemos en un elemento subjetivo, que se demuestra en los trabajadores y trabajadoras que ejecutan y desarrollan las operaciones en terreno. Esto se traduce en el orgullo de trabajar en la actividad, así como el permanente apoyo de la familia minera que espera el retorno al final de cada jornada, lo cual se transforma en el principal aliciente a desarrollar una labor siempre enfocado en el autocuidado y la seguridad.
Como Servicio Nacional de Geología y Minería apoyamos el desarrollo y fortalecimiento de cada uno de estos pilares, y esta administración se ha centrado en fortalecer la gestión preventiva, aumentando en un 25% las fiscalizaciones a faenas con mayor exposición al riesgo, así como generando permanentes campañas de seguridad, capacitaciones y charlas dirigidas a trabajadores de la industria como a los funcionarios de la institución. En materia de innovación, hemos puesto un especial foco en charlas y talleres de trabajo con la academia y organizaciones públicas como privadas para fortalecer capacidades y establecer parámetros y guías que fortalezcan estos desarrollos.
Creemos que el permanente seguimiento y fortalecimiento de estos pilares y valores llevarán a la industria minera a continuar generando cambios en favor de la seguridad de los trabajadores y trabajadoras de la industria.
Esta cultura de seguridad y compromiso lo pudimos constatar durante el período de pandemia, donde la actividad minera mostró un liderazgo al adoptar nuevas prácticas que fueron faro para el resto de las actividades, lo que se tradujo en bajísimas tasas de contagio, ya que se adoptaron las acciones necesarias que permitieron mantener a la industria en movimiento.
Junto a los equipos de Sernageomin pudimos ver en terreno el efectivo control de la pandemia, el compromiso y la colaboración de los trabajadores, los sindicatos, comités paritarios, siempre en pos de la seguridad de los trabajadores.
Por eso, creo que hoy es el momento de abrir la mirada respecto a la minería, y considerar no solo el aporte que realiza al país desde el punto de vista económico y tributario, ya que los avances en la minería se han logrado gracias a un esfuerzo colectivo, donde los principales actores han demostrado su compromiso. (Fuente: Boletín Minero, octubre. Editado para www.guiaminera.cl)