- Por Alvaro Merino Lacoste, Director Ejecutivo de Núcleo Minero.
Recientemente, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de imponer aranceles al acero, al aluminio y al cobre, con el propósito de fortalecer la industria local.
Al respecto, considero que en esta materia hay que tener cautela, por cuanto solo conocemos el titular de la noticia y no su desarrollo, en términos de las características de la eventual tasa arancelaria. ¿A cuánto ascendería?, ¿a qué productos se aplicaría?, cátodos?, ¿concentrados?, blíster?, ¿por cuanto tiempo?, etc.
Se debe tener presente que Estados Unidos considera al cobre como un mineral crítico, es decir, esencial para la seguridad nacional y económica, de modo tal que requiere asegurar su abastecimiento. Una eventual tarifa arancelaria encarecería este producto y dificultaría su suministro expedito. Es preciso recordar que la gran nación del norte es deficitaria en cobre, por cuanto, de acuerdo a registros del año 2023, produjo 1.100.000 toneladas y consumió 1.800.000 toneladas. Por tanto, cuesta comprender la motivación de esta eventual medida, en circunstancias que necesita un abastecimiento expedito.
Junto a lo anterior, es oportuno recordar que desde el 1° de enero de 2004 rige el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos, mediante el cual, prácticamente la totalidad del comercio bilateral, desde el año 2015, está libre de aranceles.
El citado Tratado establece, entre otros aspectos, que “ninguna Parte podrá incrementar ningún arancel aduanero existente, o adoptar ningún nuevo arancel aduanero, sobre una mercancía originaria”. De modo tal que, si una Parte considera que la otra ha incurrido en incumplimientos respecto de las obligaciones que emanan del Tratado, se deberá remitir a la normativa del capítulo 22, relativo a la solución de controversias.
Si eventualmente se restringe el ingreso de cobre de Chile a Estados Unidos, naturalmente que va a afectar nuestras exportaciones y por esa vía la economía nacional, debido a que Estados Unidos es el segundo destino de los envíos de cobre del país al mercado mundial, donde se exporta el 11% de la totalidad del cobre que Chile envía al exterior, en tanto que China capta el 52% del metal rojo que vende nuestro país. El año 2023, los envíos de cobre a Estados Unidos alcanzaron a US$4.700 millones, en tanto que en los primeros once meses de 2024 llegan a US$5.100 millones, mientras que la totalidad del cobre exportado por Chile el año pasado llegó a US$51 mil millones.
El Gobierno de Chile, ante esta eventual alza arancelaria, ha creado un grupo de trabajo radicado en la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales en coordinación con el Ministerio de Hacienda, cuyo propósito es analizar los eventuales impactos de esta medida, lo cual, naturalmente es positivo.
Por cierto, si se imponen restricciones al ingreso de cobre chileno a Estados Unidos, habrá que aplicar las disposiciones sobre solución de controversias que establece el Tratado y evaluar otros mercados donde colocar nuestro principal producto minero y de exportación del país, no obstante, como se mencionó al comienzo de esta nota no hay claridad respecto de las características y alcances de esta política, de modo tal que hay que tener cautela, porque esta es una noticia en desarrollo.