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Jardín Botánico recibió más de 3 mil especies nativas donadas por Aclara para su reforestación
- La empresa de tecnología y producción de tierras raras, Aclara, donó ejemplares de naranjillo, queule y pitao, entre otras plantas, para revegetar el parque con bosque nativo luego que más de un 90% de su extensión fuera afectada por los devastadores incendios del verano, en Viña del Mar.
Los incendios que afectaron a Viña del Mar en febrero de este año arrasaron con más del 90% del histórico Jardín Botánico Nacional y sus 1.500 especies nativas y exóticas, por lo que el camino de recuperación no ha sido sencillo. Sin embargo, recientemente se dio a conocer una buena noticia, luego de que el recinto recibiera un importante aporte de especies para su revegetación.
Aclara, que actualmente lidera un proyecto para la producción de tierras raras en la Región del Biobío, donó a la biodiversidad del Jardín Botánico más de tres mil ejemplares entre los que se encuentran 2.800 naranjillos, 100 queules, 100 pitaos, 100 robles, 100 peumos y 100 quillayes, en el marco del programa de “Revegetación de Bosque Nativo de Preservación” que impulsa la empresa. Las plantas fueron cultivadas por el vivero Agromen, con presencia en las regiones de Maule, Ñuble y Biobío, el cual trabajó en la preservación de las especies entregadas.
Precisamente, dos ejemplares de pitao y queule donados por la empresa fueron incluidos en la colección de siete árboles monumentos naturales de Chile, creada por la Fundación Jardín Botánico -con el objetivo de conservar los recursos genéticos de la flora nativa e incentivar la educación ambiental-, e inaugurada a mediados de julio en el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible 2035.
Alejandro Peirano, director de la Fundación Jardín Botánico, comentó que “agradezco infinitamente estos aportes porque nos va a permitir recuperar la vegetación local, la reforestación nuestra, pero más que eso, porque este no es un hecho puntual, sino que aquí generamos una relación de largo plazo con el sueño de armar un nuevo parque o jardín botánico en el sur, y ojalá lo pudiéramos hacer con Aclara en la zona de Penco”.
Por su parte, el gerente general de Aclara, Nelson Donoso, expresó que “estamos profundamente comprometidos con la recuperación de nuestro entorno natural. Con esta donación, esperamos contribuir a la resiliencia del Jardín Botánico, ayudando a restaurar su belleza y vitalidad para las generaciones futuras. Este es un esfuerzo que refleja nuestro trabajo continuo con la academia, organizaciones y la comunidad local para promover la biodiversidad”.
Cabe destacar, que este tradicional patrimonio de Viña del Mar se remonta a 1917, cuando el empresario Pascual Baburizza adquirió el terreno para conservar la flora nacional. En 1992 se creó la Fundación Jardín Botánico, encargada de mantener el recinto que recibe más de 350 mil personas cada año.
ACERCA DE FUNDACIÓN JARDÍN BOTÁNICO NACIONAL
La Fundación Jardín Botánico Nacional es una organización privada que tiene como objetivo la Investigación y Difusión de las Ciencias Naturales, especialmente de la Ciencia Botánica. Para ello desarrolla, exhibe y mantiene colecciones bien documentadas de plantas para investigación científica, conservación biológica, instrucción, educación pública y hermoseamiento. La Fundación comenzó sus operaciones en enero de 1999, enfocando sus primeros esfuerzos en la administración del Jardín Botánico Nacional.
ACERCA DE ACLARA
Aclara es una empresa de innovación enfocada en la producción de minerales de tierras raras desde arcillas, elementos críticos para la lucha contra el cambio climático y esenciales para la electromovilidad y energías renovables. Actualmente, tiene dos proyectos en desarrollo: uno en Chile (Penco, Región del Biobío) y otro en Brasil. La empresa ha desarrollado un proceso de extracción único en el mundo denominado Cosecha Circular de Minerales, fruto de la innovación con apoyo de la academia que se caracteriza por no usar tronadura, chancado ni molienda; utilizar agua reciclada y no generar residuos industriales líquidos. Además, considera un cierre de faena con forestación de especies nativas, convirtiendo sus zonas productivas en un espacio de conservación, entre otros atributos sostenibles.
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