- Por José Manuel Rivera Z. Gerente General Armony Sustentable.
El lunes 22 de abril se celebró el Día de la Tierra, que tiene el objetivo de concientizar a las personas en materias medioambientales. Me llama la atención que tendemos a dividir “La Tierra» (el planeta) del suelo, el componente principal de esta que nos permite sustentar la vida. Damos por sentada esta relación vital y olvidamos la importancia crítica de los suelos para nuestra supervivencia y la de las generaciones futuras. Hablamos superficialmente de ecosistemas, ecología, medioambiente y no en profundidad de la alarmante realidad de los suelos chilenos.
Es imperativo comprender la necesidad y responsabilidad que tenemos de regenerar los suelos. Estos ecosistemas subterráneos, aparentemente invisibles, son en realidad el fundamento de la vida en la tierra. Son los guardianes de la biodiversidad, los reguladores del ciclo del agua y los aliados en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la degradación de los suelos avanza a un ritmo alarmante, poniendo en peligro nuestra seguridad alimentaria, la estabilidad ambiental y la salud del planeta en su conjunto.
Estamos en deuda con la tierra. Hemos superado los límites de lo que nuestro hogar puede soportar, agotando sus recursos a un ritmo insostenible. La emergencia climática es una realidad innegable que nos exige un cambio radical en nuestra relación con el medio ambiente. Debemos reconocer nuestra responsabilidad compartida y actuar con determinación para revertir esta tendencia destructiva.
Los datos son preocupantes. El exceso de consumo nos ha llevado a necesitar 2,5 planetas para mantener nuestro estilo de vida actual. En Chile, como en muchas partes del mundo, la gestión de los residuos orgánicos es un desafío pendiente.
El aprovechamiento de estos residuos contribuye significativamente a la conservación de recursos naturales y al fortalecimiento de la seguridad alimentaria a largo plazo. Con esta práctica, se consigue un producto que, al ser utilizado, facilita la recuperación tanto en términos nutricionales como microbiológicos.
Entonces ¿está todo perdido? No, ya que la adopción de prácticas agrícolas sostenibles puede ayudar a restaurar la salud de la tierra. La promoción de la reforestación y la protección de los ecosistemas naturales también son pasos cruciales en esta dirección.
En este Día de la Tierra, te invito a hacer un compromiso renovado con la regeneración de nuestros suelos. Recordemos que cada acción cuenta, que cada pequeño gesto hacia la sostenibilidad es un paso hacia un futuro más próspero y equilibrado.
La tierra nos brinda vida, y es nuestra responsabilidad cuidarla y protegerla para las generaciones que vendrán.