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ENAMI: Una mirada a su crítica situación financiera

  • Por Alvaro Merino Lacoste, Director Ejecutivo Núcleo Minero.

Alvaro Merino Lacoste, Director Ejecutivo Núcleo Minero.

Históricamente, ENAMI ha jugado un rol clave en la minería chilena, fomentando el desarrollo de la pequeña y mediana minería. Sin embargo, hoy la empresa estatal enfrenta una crítica situación financiera, con pérdidas al mes de diciembre de 2023 por US$201 millones, según última información disponible en la CMF. De esta suma, el 51% se genera en la Fundición Hernán Videla Lira, el 18% en las plantas, el 18% en los poderes de compra y el 13% en la oficina de Santiago.

Los pasivos de ENAMI alcanzan a US$ 1.105 millones, de los cuales US$ 985 millones son de corto plazo, mientras que los activos de corto plazo son US$500 millones. Es decir, por cada peso de activo hay 2 pesos de pasivo, ello denota falta de liquidez. El patrimonio de la Empresa Nacional de Minería, por su parte, llega a US$ 124 millones.

En síntesis, en la crítica situación financiera de ENAMI se destacan los siguientes aspectos:

  • Excesivo nivel de endeudamiento, particularmente de corto plazo.
  • Falta de liquidez.
  • Escasa o nula capacidad para generar beneficios.
  • Alto riesgo financiero si no se toman medidas urgentes.

El riesgo financiero de esta compañía es altísimo, pues por cada peso de patrimonio tiene 8,9 pesos de pasivos. Una compañía privada en esta situación no estaría en la UTI. Estaría en el cementerio.

Llama la atención que, en este complejo escenario financiero, ENAMI quiera invertir del orden de US$1.300 a US$1.500 millones en una nueva fundición.

Ahora bien, los principales productores de concentrados en el país, como, Escondida, Collahuasi y Los Pelambres, no tienen fundiciones, porque ellos han evaluado que es más rentable invertir recursos en la explotación minera más que en una fundición.

Entonces, cabe preguntar: ¿si una fundición no es rentable para el sector privado, porque sería rentable en una empresa estatal?

Al respecto, algunas voces señalan que, para tomar una decisión sobre esta materia hay que hacer una evaluación social y no privada.

Supongamos que la evaluación social es positiva. Entonces, si aquí hay recursos del Estado y como estos son escasos, hay que priorizar. Por lo tanto, se debe analizar si dichos recursos son más rentables si socialmente son invertidos en mayor seguridad -principal demanda de la ciudadanía actualmente-, o en disminuir las listas de espera en salud, o en mejorar la educación. ¿Valdrá la pena invertir en una fundición?

ENAMI debe seguir cumpliendo su rol de fomento, apoyando a la pequeña minería, de modo tal que los mineros puedan acceder en forma competitiva a los mercados, ya sean internos o externos. Entre otros aspectos, debería modernizar sus plantas, promover la asociatividad para aprovechar las sinergias y las economías de escala, y junto con ello, incentivar la innovación tanto de procesos como de la generación de productos.

En el pasado, ENAMI también pasó por una crítica posición financiera y en esa oportunidad para sanear esta situación vendió Ventanas a Codelco. Hoy, podría enajenar su participación en Quebrada Blanca, que es el 10%, mediante un proceso de licitación internacional. Esto le generaría una importante cantidad de recursos para disminuir su deuda, como también para modernizarse a fin de apoyar a la pequeña minería con mayor eficiencia.

Muchas veces, las decisiones políticas y con un horizonte de corto plazo dañan más a las empresas estatales. Al parecer, la administración de los recursos de todos los chilenos se aleja de las prioridades realistas y técnicas que tiene una empresa privada. Este es un tema que requiere un profundo análisis del mundo académico y centros de estudios especializados, para evitar que la crisis financiera que hoy enfrenta ENAMI se agudice y se diluya el objetivo para el cual fue creada.

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