- Por Fernando Saenger Gianoni, Abogado Constitucionalista. Profesor Emérito de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).
La corrupción en todas sus formas ha adquirido en nuestro país relevancia significativa en los últimos 40 a 50 años. Durante el gobierno militar, fuimos testigos de las cuentas en el extranjero del propio General Pinochet con todos los procesos que se incoaron en materias que no eran de derechos humanos. Los activos de Cema Chile con su familia pasaron susto.
En el gobierno de Aylwin tuvimos el caso de Codelco, denominado el Davilazo. En el gobierno de Lagos, el MOP-Gate; los sobresueldos en sobres individuales y el director de Impuestos Internos Sr. Juan Toro señalando que éstos no eran rentas, pues serían gastos reservados. ¡Increíble pero cierto! Fue un verdadero movimiento de ballet.
Financiamientos ilegales en las campañas políticas, en los gobiernos de la Sra. Bachelet y Piñera. El caso Soquimich; Penta y otros. Cayeron personajes conspicuos de todos los partidos. Casi nadie se salvó.
Se encuentran procesados varios excomandantes en jefe del Ejército por gastos reservados y lavado de activos. En la misma situación se encuentran exdirectores generales de Carabineros. Hay más de 60 generales, oficiales y suboficiales de Carabineros enjuiciados por diferentes delitos económicos cometidos en el ejercicio de sus funciones.
Asimismo, en la Armada de Chile tuvimos el denominado caso “Fragatas”.
Por otra parte, en los últimos meses, hemos conocido el caso denominado “Fundaciones” y “Convenios”. Se están realizando detenciones y formalizaciones. Asalto al erario nacional.
Estos procesos afectan a varios partidos políticos. O sea, ensucian todo el sistema.
La Contraloría, el Ministerio Público, Tribunales, Comisión del Mercado Financiero, Comisiones Investigadoras en la Cámara de Diputados, son instrumentos todos para perseguir estas modernas formas de estafas al país.
En el informe de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, evacuado recientemente, se concluye que, “El caso fundaciones nos traslada a los episodios más oscuros de la corrupción en Chile y quedará en la historia como el gatillante de una crisis institucional y política que pudo haberse evitado. Quienes fueron partícipes activos de estas irregularidades engrosan el listado de personas corruptas que han visto en el Estado de Chile una bolsa de recursos permanentes para sus propios objetivos.” Dinero súbito, como dijo Kierkegaard “Lo demoníaco es lo súbito”.
Hace pocos días, hemos sido testigo del caso denominado “audios” que afecta a empresarios, abogados importantes y otros personajes de la política. Hay sobornos posibles a funcionarios de I. Internos y de la Comisión del Mercado Financiero y nadie sabe hasta dónde puede llegar esto. Son cifras colosales.
La impresión en la opinión pública no puede ser peor. Hay estupor y desconfianza profunda en la moralidad y rectitud de las autoridades.
Por ello, el Proyecto Constitucional que será sometido a plebiscito, establece que, “El ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar estricto cumplimiento a los principios de probidad, transparencia y rendición de cuentas en todas sus actuaciones, observando una conducta intachable y un desempeño honesto, ético y leal de la función o cargo, con preeminencia del bien común”.
“Los órganos del Estado se regirán según el principio de transparencia y acceso a la información. Son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como los fundamentos y procedimientos que utilicen”.
Asimismo, el Art. 8 N°4, consagra el principio de que “la corrupción, en cualquiera de sus formas, es contraria al bien común y su erradicación es una obligación de los órganos del Estado. Al mismo tiempo, se debe dar estricto cumplimiento al principio de buena fe en todas sus actuaciones.”
Finalmente, en el Art. 8 N° 6 establece: “Que la ley creará una agencia nacional contra la corrupción que coordinará la labor de las entidades estatales, con competencia en materias de probidad o integridad pública, transparencia y rendición de cuentas y promoverá acciones de prevención en dichos ámbitos.”
La conclusión general es pesimista y negativa y con pésimo augurio. Entró el cáncer de la corrupción junto al narcotráfico, la delincuencia desatada, la inseguridad. Chile está jodido.