- Por Andrés González, Analista Senior de Industria de PlusMining.
La sabiduría popular dice que los problemas abren la puerta a las oportunidades. Pues bien, probablemente no haya un ejemplo reciente más notorio que el de SQM. No es secreto afirmar que la empresa era regularmente cuestionada por un amplio abanico de motivos, desde su privatización iniciada en los ‘80s, causas judiciales por financiamiento a políticos, multas por compraventas de acciones entre sus sociedades “cascadas” de inversión, disputas con las comunidades atacameñas, acusaciones de daño medioambiental, y una compleja renegociación de su contrato de arrendamiento con Corfo en 2018.
El cúmulo de cuestionamientos parecía acercarse a un desenlace fatal tras la victoria de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales de 2021. Las críticas constantes, especialmente desde su conglomerado político, sumadas a que el programa de primera vuelta estableciera explícitamente “no extender el contrato de arriendo entre Corfo y SQM” dejaba a la empresa sin capacidad de explotar el Salar de Atacama, de donde actualmente provienen más del 70% de sus ingresos.
Dos años más tarde, sin embargo, la situación es diametralmente opuesta. SQM hoy es el protagonista en las negociaciones con Codelco para convertirse en socios en la explotación del Salar de Atacama, con lo cual aseguraría su explotación más allá de 2030. Más aún, existe la posibilidad de que se reduzca su renta de arrendamiento o incluso que se incremente su cuota de extracción, beneficios que, según evalúan Fitch Ratings y Deutsche Bank, entre otros, podrían más que compensar el costo derivado por una eventual pérdida del control operacional.
A lo anterior se suma el reciente anuncio por parte de Codelco de adquirir Lithium Power International, propietaria del Proyecto Salar Blanco en el Salar de Maricunga. Ahora bien, como señaló el presidente del Directorio de Codelco en septiembre, si la empresa invierte en la explotación de este salar, ciertamente lo hará acompañado de un socio que cuente con capital y experiencia. Ante esto, solo queda preguntarnos ¿qué mejor socio que aquella empresa con que ya se negocia una sociedad en el principal salar de Chile?
Si bien todo aún depende de las negociaciones, es indudable que SQM se halla en una posición inmejorable no solo para continuar con la explotación de litio en el Salar de Atacama, sino que incluso para extenderla al Salar de Maricunga. Esto en una modalidad contractual que la convertirían en socio de la mayor empresa pública de Chile, y con el beneplácito del gobierno actual. Una situación totalmente impensada considerando el panorama absolutamente hostil que enfrentaba hace un par de años atrás. No hay dudas de que SQM, en efecto, ha transformado sus problemas en oportunidades.