Gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería, en seminario organizado por la Cámara de Comercio, proyectó que el 2022 la economía chilena cerraría con un crecimiento cercano al 2,5% mientras que para el año 2023 se contraería 1,5%.
Al participar en el tradicional seminario proyecciones económicas, organizado por la Cámara de Comercio de Santiago, el gerente de Estudios de SONAMI, Álvaro Merino, proyectó que el próximo año el sector minero crecerá entre 6%-7% con una producción de cobre cercana a las 5.700.000 toneladas.
“El crecimiento de la industria minera se explica por la baja base de comparación y el relevante incremento en la producción de cobre, fundamentalmente, de Quebrada Blanca, Pelambres y Escondida”, precisó.
En su exposición, el ejecutivo estimó que el precio del cobre se situaría en un rango entre 3,3 y 3,5 US$/lb y exportaciones mineras por un monto de 55 mil millones de dólares.
Asimismo, proyectó para el próximo año “un mercado del cobre superavitario debido precisamente al importante ingreso de proyectos mineros que estaban retrasados, debido entre otros aspectos a la pandemia. La mayor oferta provendrá precisamente de Latinoamérica”.
No obstante, Merino señaló que en el mercado del cobre también hay que considerar el comportamiento de China que capta el 55% del consumo mundial. “China está mostrando una marcada desaceleración, donde la política de Covid cero junto con la crisis inmobiliaria han afectado su crecimiento, es por ello por lo que recientemente las autoridades han relajado algunos controles y han dispuesto medidas para apoyar al sector inmobiliario. Si bien esta noticia es positiva, consideró que hay que tener cautela sobre el impacto en el crecimiento de mediano y largo plazo”, sostuvo.
Además, se refirió a otros elementos de riesgo que afectan el mercado del cobre como, la alta inflación, la probable recesión, los riesgos geopolíticos generados por la guerra entre Rusia y Ucrania y las tensiones entre los dos gigantes de la economía mundial como son precisamente Estados Unidos y China, donde lo que está en juego es la futura hegemonía mundial.
Por otra parte, el gerente de Estudios de SONAMI estimó que el presente año la actividad minera tendrá una caída cercana a 4,5%, con menor producción de cobre, molibdeno, oro y plata, lo que será parcialmente contrarrestado por el incremento de la producción de no metálicos, particularmente, en el caso de litio. No obstante, el factor más relevante en el retroceso de la actividad minera es precisamente la menor producción de cobre, que pasará de 5.625.000 toneladas en el 2021 a un monto cercano a 5.300.000 toneladas en el 2022, que se explica fundamentalmente, por menores leyes del mineral, problemas técnicos en algunos yacimientos, y reducción en el suministro de agua, particularmente en faenas ubicadas entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana
Agregó que, la cotización del cobre, principal producto minero y de exportación del país, que alcanzó el más alto registro histórico en términos nominales, en marzo pasado, paulatinamente ha ido disminuyendo el valor de su cotización, “la que ha estado marcada por los riesgos macroeconómicos de la economía mundial junto con la desaceleración de China, lo que naturalmente está impactando la demanda del metal, a pesar de que los fundamentos del mercado muestran una producción acotada con bajos niveles de inventarios”.
El gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería proyectó que el 2022 la economía chilena cerraría con un crecimiento cercano al 2,5% mientras que para el año 2023 se contraería 1,5%.