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El rol de la inspección en el gigantesco proyecto minero Quebrada Blanca Fase 2
- En los últimos meses se aprecia más de un 70% de avance en la fabricación de un pedestal gigante de 46,3 toneladas de acero.
Ser una de las operaciones de cobre más grandes del mundo es lo que busca el denominado proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) -de Teck- bajo el actual yacimiento de la operación con el mismo nombre en la Región de Tarapacá. Para este segundo semestre de 2021 se prevé la primera producción del metal rojo, tras tres años de haberse aprobada la gigantesca obra.
Pero cada etapa de este ambicioso proyecto requiere de un alto nivel de inspección, pese al importante valor de los procesos de supervisión remota o automatización que hoy existen en la industria. En esta tremenda cadena, Indura, la compañía de soluciones integrales en gases y soldaduras, está teniendo un específico pero significativo rol, en plena contingencia sanitaria.
De ello da cuenta el ingeniero Fernando Faria, su jefe de Inspecciones, quien explica que gracias a que cuentan con profesionales especializados en esta actividad, desde hace seis meses la compañía está brindando apoyo en la inspección y calificación de soldadores en algunas etapas de las obras actuales, como la fabricación de un pedestal gigante de 46,3 toneladas de acero, donde el avance hoy es de más de un 70%. “Estamos verificando en terreno que se cumpla la manufactura bajo la normativa correspondiente y en los plazos acordados, específicamente en los procedimientos de soldadura”, señala.
Cuenta que, adecuándose a las disposiciones sanitarias actuales, INDURA envió un inspector a tiempo completo a las instalaciones de este cliente para auditar todo este proceso de fabricación, sumado al componente que se está realizando en Santiago y que es parte de un cargador de barco que soportará la grúa por donde se conducirá el mineral concentrado de cobre para carga de buques en el muelle ubicado en QB2”.
Dicho avance representa la agilidad del personal altamente capacitado en el rubro metalmecánico; de hecho, todo el equipo profesional y técnico apoya en la resolución de problemas durante la fabricación, brindando soluciones personalizadas para estas necesidades”, resume Faria.
Finalmente, el ingeniero precisa que “se espera concluir con esta fase del proceso cerrando el primer semestre de este año”. Además, destaca que “somos muy conscientes del importante valor de la tecnología durante este año de crisis sanitaria en Chile –y el mundo- pero este desafío donde INDURA está participando nos recuerda lo relevante del capital humano, de la especialización en soldadura, una actividad que ya dejó de ser un oficio, sino que hoy es parte del engranaje de gigantescos proyectos como es la Fase 2 de Quebrada Blanca”.